Tras el éxito de "El punto de luz del desván" Sinestesia llevaba casi tres años manteniendonos en vilo, pues muchos éramos los que estábamos deseando disfrutar de un nuevo trabajo en estudio de la banda de Santiago de Compostela. Con "¿Quién va a poder con esto?" recibimos al fin nueve temas en los que descubrimos a unos Sinestesia más maduros y profundos, pero que sin embargo no renuncian a su particular sonido en el que nos encontramos desde pop-rock, pasando por country, blues o jazz.
El disco comienza con "Antes que tu y que yo", un tema que introduce elementos de jazz, algo habitual en la banda como ya os decíamos antes y que se repetirá continuamente a lo largo del disco. En "Se están cayendo los aviones" llama poderosamente la atención el cambio de ritmo entre los riffs y el estribillo.
"Más madera" es por su parte un tema más "típico" de la banda, con gran influencia del blues pero un toque intenso de jazz-rock. La melancólica "No te necesito" abre paso a "Lagartos", un tema que habla sobre la problemática situación que están sufriendo las bandas en la capital gallega, y en el que podemos disfrutar de un magnífico piano muy bluesero.
La pista número seis es la que da nombre al disco, y es seguramente el tema más pasional, con un estribillo que está lleno de fuerza. En "No vuelvas a entrar" nos regalan un solo final de piano y guitarra que es digno de escuchar con atención, y que sirve como introducción para "Hay una luz", el tema posiblemente más experimental y caótico del disco, en el que la banda explora con gran acierto ese lado tan jazz que posee.
"HDMI" es el tema elegido para cerrar el disco, y es en este tema en el que más se notan esas influencias pop-rock noventeras que abundaban en su anterior trabajo. Un gran tema para cerrar un gran disco, del que a continuación hablamos con Tomás Porteiro, guitarra y voz de la banda.
Hola, Tomás, gracias por atendernos.
Para quien no os conozca, Sinestesia no es una
cosa nacida hace dos días, cuatro trabajos lleváis ya encima y seguro que mucha
historia detrás ¿Cómo y cuándo nace la banda?
Bueno, La banda comenzó como un trío en el 2008. Es
decir, la típica banda de instituto. Yo soy el único que sigue desde el inicio,
como las entradas y salidas fueron siempre amistosas, y solapándose unas con
otras, sinestesia es la “esencia” que quedó de un proyecto que trata de hacer
canciones propias. Yo creo que la banda actual, como tal, comienza en 2013 con
la Publicación de “El punto de luz del Desván”. Ahí se produce el gran cambio,
y conseguimos tener algo más de visibilidad. Aunque es cierto los primeros años
se nos había dado bastante bombo en Santiago, en una época que se tiraba mucho
de la cantera.
En este último trabajo nos encontramos
posiblemente con los Sinestesia más arriesgados, con un disco que seguramente
sea el más melancólico de la banda y el más alejado del pop-rock ¿Hay algún
motivo para esta vuelta de tuerca en vuestro sonido o fue algo casual?
¡Jaja! Pues la edad supongo. Llámalo madurez música,
o madurez a secas (aunque aún no tenemos muy claro que es eso de madurar).
Nunca existió un motivo para hacer unas canciones u otras, si se piensa eso
previamente estas pensando como un empresario que quiere hacer un producto u
otro. Aquí la filosofía siempre fue, y es, canalizar emociones, curiosidades
intelectuales y musicales nuestras y llevarlas a nuestro terreno. No fue algo
decidido, tan solo una mera evolución. Cuando componía mis primeras canciones
escuchaba música muy distinta a ahora, tocaba peor, escribía de otra manera,
más inmediata, adolescentes. Han llegado músicos a la banda que vienen de
universos musicales distintos, Sinestesia es el punto en donde convergemos.
Las letras sin duda siempre han sido una seña de
identidad de la banda, y en “¿Quién va a poder con esto?” vemos que tratáis
muchos temas de actualidad social, no solo de problemas de gran calado, sino
que por ejemplo en “Lagartos” habláis incluso de un problema que
desgraciadamente estáis sufríendo los músicos en Santiago. ¿Cómo está la
situación en Compostela y cómo os afecta a vosotros?
¡¡Es que es un problema de Gran calado!! Está guay
que algunos creamos en la revolución y todo eso. Pero el día a día es
determinante para el futuro político. Tocar en los bares significa crear
comunidad, y crear comunidad es arraigarse a una serie de relaciones y tener
poder, y ser alguien, no un ser aislado que comparte publicaciones del Facebook.
En Santiago está pasando algo bonito en torno a la música, y hay que
defenderlo. A raíz de todo esto se ha creado una asociación de músicos, eso
quiere decir que hay cimientos. Ese ataque a “comunidades” a “gremios” a
“profesiones” es continuo en este país.
Esta complicada situación hace que entre otras
cosas todos vosotros tengáis que formar parte de otros proyectos, cosa que
evidentemente afecta a la hora de cerrar fechas y estoy convencido que también
lo hizo para grabar este disco, que por lo que se en una semana dejasteis listo
¿Cómo fue la grabación en los Estudios A Ponte?
Fantástica. El primer día estábamos muy perdidos.
Nunca habíamos grabado en directo en una sala tan Grande. Tomás Ageitos, un
profesional de la ostia la verdad, nos
lo puso fácil, el segundo día ya estábamos muy enganchados, y a partir de ahí
todo era construir en positivo. Fueron cinco días muy intensos, creo que todos
salimos más maduros musicalmente de allí.
Retomando el disco, yo siempre os he tomado por
una banda “marginal”. Me explico, creo que vuestro arriesgado estilo no es ni
mucho menos para el “gran público” porque en ocasiones puede parecer parado,
pero los increíbles matices, influencias, letras y arreglos que tienen vuestros
temas hacen que a quienes les gustáis os tengan casi por banda de culto ¿Crees
que con este disco os podéis estar alejando todavía más de ese “gran público”?
¿Banda de culto? Jaja... No se, eso son palabras
mayores. La verdad, no tengo ni la más remota idea. Creo que en este disco
hemos abierto una línea en la que nos sentimos cómodos, en la que todos tenemos
mucho espacio para la libertad. No creo que hagamos música elitista, ni mucho
menos, creo que sinestesia es mucho más accesible de lo que parece. Y hay
momento para todo, para el rockanroll y para que Manu saque el serrucho en su
SG y nos haga vibrar a todos a lo Jimmy Page. Pero tampoco nos interesa el gran
público, ni hacer una música destinada al consumo rápido y feliz. Si hacer
canciones que apelen al reposo, a escucharlas callado atendiendo a la letra y a
los matices es elitismo… implica creer que muy poca gente puede hacer eso… y es
tener poca fe en el ser humano y aún nos queda una poca.
¿Hasta dónde creéis que puede llegar Sinestesia
ahora que sin duda estáis en el momento de plena madurez de la banda?
Ni idea. Mientras nos sigamos aguantando entre
nosotros, tengamos tiempo y ganas…Esto
no es un proyecto ni una empresa. Somos cuatro amigos que disponemos del
tiempo y las ganas para compartir esta experiencia, tienes más que ver con el
amor que con otra cosa.
Con cuatro discos de estudio a vuestras espaldas
igual esto puede sonar raro… ¿Os consideráis una banda de directo?
Bueno, yo diría que tenemos dos maquetas editadas (éramos
jóvenes y pretenciosos), y dos discos. Claro, Somos una banda de directo, como
toda banda que se precie.
Sin duda vivimos una situación en Galicia de
masificación de conciertos, todos los fines de semana hay una increíble oferta
de conciertos en toda la comunidad ¿Tu como lo ves? ¿Problema o bendición?
¿Crees que hay mucha oferta pero poco público para abarcarla?
No lo tengo claro, poco a poco iremos viendo como se
va orientando la cosa. En cualquier caso, si se puede programar y los bares y
salas están con ganas, pues “palante”.
Hace poco estuvisteis tocando por la capital
¿Qué tal la experiencia fuera de Galicia?
¡¡Muy guay!! Aunque nos fue mejor en País Vasco hace
dos veranos. Madrid es una plaza difícil, pero lo pasamos en grande.
Ya para acabar, en viajes como el que hicisteis
hasta Madrid seguro que alguna anécdota graciosa tuvo que surgir ¿Alguna que se
pueda contar?
Cuando sales de Madrid para Galicia conduces de frente al Valle de los caídos durante
mucho rato. Me puse de muy mala ostia. ¡¡Eso tenía que ser un memorial de la
represión fascista y no lo que es joder!! El resto de la banda me calmó y todo
acabó en risas tomando unas cañas y un bocata en Ávila.
Jajaja. Creo que muchos nos exaltamos con ese tema... da para un disco entero. Muchas gracias por atendernos y suerte con el disco Tomás.
Salud y ¡Rock & Soul & Things!
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