jueves, 17 de julio de 2014

Johnny Winter, el bluesman albino.


"Mi padre insistía en que aprendiera a tocar la guitarra, aunque era demasiado grande para mis pequeñas manos. Me convencí definitivamente cuando el rock'n'roll empezó a convertirse en una cosa tan importante: dondequiera que mirara, en los grupos de rock, no veía músicos con ukelele, sólo guitarristas". 

Con estas palabras relataba el tristemente fallecido Johnny Winter sus inicios con una guitarra entre sus por entonces pequeñas manos. Tras un frustrado coqueteo con el clarinete que rapidamente tuvo que abandonar por problemas dentales, el joven Johnny se agarro a un viejo ukele que rápidamente dominó. Demosle las gracias a su padre por enseñarle la senda de las 6 cuerdas, la senda del blues.

Es díficil hablar de alguien sobre el que ya se ha dicho todo, y mas cuando nos acaba de dejar y todo lo que se te viene a la mente son halagos que posiblemente a mas de uno le suenen vacios. Lo cierto es que a pesar de las múltiples críticas que recibió en los últimos años, ya que su estado para tocar al nivel que todos conocimos en el hacia tiempo que le había abandonado, es uno de los personajes mas viscerales, dotados y pintorescos que dió el blues-rock durante las decadas de los '60, los '70 e incluso los '80.

En un mundo como el del blues de principios de los años '60, un chico de piel tan pálida y cabellos tan rubios llamaba la atención, y más que lo hizo cuando en 1962 tocó junto el mítico, y ese día sorprendido B.B. King, en el emblemático club Raven de Chicago, donde se dice que tan solo él y su hermano eran los únicos blancos entre un millar de personas. B.B. King le auguró un fúturo lleno de éxitos, y no se equivocó.

Fué precisamente en Chicago donde se empezó a fraguar todo. Allí adquirió los conocimientos que a su vuelta a Texas le labraron un nombre que le haría recorrer los mejores locales del estado en el que se crió. Su fama se dispararía gracias al reportaje de la, por aquel entonces joven revista, Rolling Stones. En 1968 Johnny engrosó el número de músicos blancos que daban vida al blues eléctrico y lo difundian precisamente entre el público blanco. Fué tan solo un año después cuando grabó su primer disco oficial que le llevaria a tocar en el mismísimo festival de festivales, Woodstoock.

En 1971 grabaría la que para mi es su obra maestra, 'Johnny Winter And', con antiguos componetes de The McCoys, con los que se atrevía hasta con clásicos como 'Jumpin' Jack Flash' de The Rolling Stones. Esos fueron sus mejores años, y aunque con alguna larga pausa, no dejó de grabar ni de tocar en directo durante los '80 y los '90, siendo nominado para los Grammy en varias ocasiones.

Ya en los últimos años de su carrera, que se remonta hasta el día en que estoy escribiendo, ya que estaba de gira en Zurich en el momento de su fallecimiento, nunca dejo su pasión por el blues y por la guitarra, y aunque sus dedos no fueran los mismos de los años '70, tener la suerte de ver a un pionero en el blues eléctrico blanco, una leyenda sobre un escenario, es algo que pronto echaremos en falta.

El genial bluesman albino nos deja para la eternidad un total de 28 discos oficiales con los que recordar su genio, su talento y su pasión.

D.E.P. John Dawson Winter.


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