sábado, 30 de agosto de 2014

The Soul Jacket crece, sus raíces se mantienen.


Me imagino que muchos estareis pensando...ya está este otra vez mas con The Soul Jacket...¡pues si joder! Estoy de nuevo con ellos porque cada concierto que pasa esta banda crece, y os aseguro que van camino de rozar la perfección, sin perder de vista ese excelente gusto por la música con raíces negras.

Sus raíces no solo se mantienen en su gusto musical, los temas nuevos aportan elementos y estilos diferentes sin que la idea original quede deformada, y al mismo tiempo que crecen en su sonido siguen acudiendo a lugares ya habituales en su carrera como la mítica y encantadora Taberna Marrucho de Baiona. Esa fidelidad con este lugar viene de lejos, como decía el propio Toño con exactitud casi milimétrica: "de la hostia de años".

La sala, a la que se accede por una llamativa terraza, es pequeña, muy acojedora y con un encanto entre rústico y rockero que mola mucho. Pronto se llenó mientras el grupo se ponía a punto, y cuando empezó a sonar el Brothers II con el que comenzaron el concierto, ya nos dimos cuenta de que iba a ser una noche de sudar de lo lindo...¡pero merecería la pena!

No suelen empezarse con rodeos estos chicos, y si ya la primera fué potente, que deciros de la siguiente. Con People, tema cada día mas y mas rodado, Toño demuestra hasta donde llega su chorro de voz, y la fuerza y ritmo de la canción son perfectas para terminar de poner en órbita a los presentes, cosa que si no consiguieron ya con estas dos primeras (que lo hicieron), seguro que lo lograron cuando tiraron de uno de sus clásicos mas alabados del Wood Mama como es Ohio.


Sin el problema de la "sobre-iluminación" que les acechó en Goián (de hecho en esta ocasión Jann y Mauro estaban casi entre las penumbras), el calor humano se iba conviertiendo en su rival a vencer esa noche, y lo fueron consiguiendo con mucho líquido y buen humor.

Y si de buen humor se trata, hay un tema de su anunciadísimo próximo LP (que por cierto saldrá al fín en octubre) que se ha ido ganando en estas últimas fechas a la gente porque lo transmite, sin duda Where is my money? es un tema muy pegadizo y perfecto para el directo por como implica al público, que inevitablemente acaba cantando eso de "¿dónde esta mi dinero cariño?".

Llegados a este punto toco relajarse un poco con algo que yo todavía no había escuchado. Se sacaron de la manga un pedazo soul llamado Do it right que causó tal sensación en la sala que hasta Suso de Discos Elepé lo aprovó con su bendición allí mismo.

A continuación llegaría la para mi mal definida por Toño como "nuestra pequeña opera rock", y si, digo mal definida, porque de pequeña no tiene nada. Es ya algo tan habitual, que ni me sorprende ver a todos girandose y haciendo gestos de asombro y admiración cuando el solo de Guillermo llega a su fín, y aunque esta vez lo acabó sin romper ninguna cuerda como le sucedió en Goián, le pasó el mal fario a Jorge, que fué el que tuvo que terminar el tema en esta ocasión con solo cinco cuerdas en su Gibson SG...eso si, de un modo soberbio. ¡Vaya dos guitarristas! Aún a pesar de esos problemas es increible como bordan un tema de tal magnitud y que tocan hace relativamente poco tiempo en directo.

De vuelta a los temas nuevos, y tras solucionar el percance de la cuerda, se tocaron del tirón Moonshine Whiskey Rye y Brothers I, dos habituales también en las últimas fechas a las que poco a poco les van cogiendo el punto y la soltura necesaria sobre el escenario.


Con las dos siguientes a mi en particular me ganaron, Nah nah nah no estaba sonando en las últimas ocasiones en que yo los había visto en directo, y realmente me parecía una pena porque me da la impresión de que es un tema genial para el directo, y sin duda animó mucho a la gente antes de rematarnos con otro de sus clásicos entre clásicos, Rock & soul thing. Esta última la tocan con tal facilidad y precisión a estas alturas que parece hasta sencillo hacer lo que hacen.
La facilidad que tienen para convertir en clásicos algunos temas que no están aún ni grabados como Flamingos, habla por si solo de la magnitud de esta banda, y como ya he repetido varias veces en esta crónica, les están cogiendo el punto a las nuevas, y cada vez suenan mejor temas como este que sería la antesala del último antes de los bises. Scraping the bowl es un rock & roll perfecto para acabar con la gente excitada y ellos lo saben y lo explotan con asiduidad.

Aunque la gente en la sala ya no tenía ni fuerzas para gritar eso de "¡otra, otra!" por causa del calor apabullante, la banda (aún mas sofocada que el público) volvió al escenario y nos deleitó con tres temas mas.

Como ya suele ser habitual, Revolutionits fué la primera en los bises, con un Toño entregado a la revolución y al espectáculo, espectáculo que dió la banda en general en Stampending Cattle, en especial Xabi con un solo de teclado increible.


Ya para rematar (esta vez si), el Have you seen my baby revolucionado de Randy Newman, que pasa de ser un blues melancólico a un rock & roll desbocado en las manos de estos genios, con un Jorge a la guitarra y un Mauro a la batería soberbios. Espectaculares durante todo el concierto los dos, al igual que Jann que aún cubierto por las sombras brilló con luz propia al bajo.

En definitiva, no tengo mucho mas que añadir a lo que siempre digo de ellos, siguen creciendo, y me siguen pareciendo la mejor banda que hay en la actualidad, ya no solo por lo buenos que son cada uno de ellos, si no por el exquisito gusto que muestran en cada una de sus composiciones. Se nota el absoluto cuidado y el amor por lo que hacen en cada uno de sus acordes, y ademas saben ejecutar ese perfecto mestizaje que es su música con total precisión.

Seguiremos aguardando por el nuevo disco con ansia, aunque quizá en Rock & Soul & Things todavía nos de por acercarnos a verles en un escenario extraño para una banda de este estilo como es el del SonRias Baixas. Hasta entonces...

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!


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