Cuando se junta en un mismo recinto a tres bandas tan buenas como son Burning, Los Deltonos y Dixie Town no puedes decir que no. Seguramente nos acercaríamos aunque estuviese tan solo una de ellas, pero las tres juntas nos ofrecían una noche única, con tres estilos diferentes pero todos ellos maravillosos de ver el rock.
Llegamos por lo tanto al Auditorio Mar de Vigo, más concretamente al hall, donde tendría lugar el evento que arrancaría con los vigueses Dixie Town, banda bien conocida por nosotros y que siempre es un placer volver a encontrarse subida a un escenario.
Su propuesta era sin duda la más contundente de la noche, con un blues rock crudo y de intensas raíces americanas. Como es habitual se presentaron con una sección rítmica muy potente y los demoledores solos de Pepe a la guitarra, que se complementan ahora con los habilidosos dedos de Isaac Campos a las teclas, dotando de aire fresco tanto las nuevas composiciones del "Same Old Story" como las de sus anteriores trabajos como power-trio.
Precisamente el set se centró prácticamente al completo en su último trabajo de estudio, pero nos dejaron un par de temas de su época "pre-teclado" como "Troublemaker" y "A life, a lie". Sin duda corta pero intensa actuación de los vigueses.
Con Los Deltonos seguían las raíces americanas sobre el escenario, pero con algo menos de blues pero mucho rock. Por todos es conocido ese emblema que reza "se puede hacer rock americano en castellano", y la banda de Muriedas (Cantabria) demostró una vez más que efectivamente es posible.
Con su último trabajo todavía fresquito, se dedicaron sobre todo a presentarnos los temas de ese genial "Salud!", temas que por cierto han calado rápido entre la gente, como suelen hacerlo las canciones de una banda que destaca por la calidad de su sonido y la genialidad de las letras de Hendrik Röver.
Hubo momentos soberbios, como los habituales piques a las guitarras entre Fernando Macaya y Hendrik, que se clavó un solo tremendo con el slide como protagonista, justo antes de rematar el bolo con unos cuantos clásicos de la banda como por ejemplo el "Hard Luck Blues". Impecables como siempre, Los Deltonos nunca te defraudan.
Los que tampoco saben lo que es defraudar son Burning. Con ellos llegaba al escenario la leyenda, una de las bandas más míticas de la historia del rock nacional, y nos dejó claro una vez más el porque de esta etiqueta.
La verdad que nada más ver el teclado de Johnny sobre el escenario ya te recorre una sensación especial por el cuerpo, y en cuanto salta al escenario a continuación de la banda, con sus habituales gafas de sol negras, esa sensación se convierte en explosión de júbilo. Es uno de esos músicos con tal carisma que su sola presencia ya llega para exaltar al público.
La verdad es que es increíble como suenan tantos años después. Dieron un auténtico bolazo, con un sonido tremendamente compacto, dos guitarras soberbias, una sección rítmica de mucho nivel, y el saxo y el teclado que aportaban ese extra que hace que tengan ese sonido "stoniano" que mola tanto. Por si fuese poco, Johnny está en un estado pletórico, no dejo de recorrerse el escenario ni un segundo mientras cantaba y tocaba su piano.
No se dejaron ni uno solo de sus clásicos atrás, y además dieron otra muestra de su grandeza al invitar al escenario a la joven guitarrista pontevedresa Laura Solla, ni más ni menos que para que tocase e hiciese los coros del "Mueve tus caderas". ¡Muy grandes!
Al final noche para el recuerdo de esas que tardas mucho en olvidar, con tres generaciones de músicos excelentes sobre un mismo escenario y tres modos diferentes de ver el rock. ¡Así da gusto!
Salud y ¡Rock & Soul & Things!
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