martes, 22 de noviembre de 2016

Batea Fest: El festival que nació de la ilusión de una persona.


De la cabeza de un amante del Rock llamado Cristobal Carballo, miembro de esa "fauna" de la que aquí os solemos hablar y a la que en su día se les denominó como "salasónicos", nació la idea del Batea Fest, un día de celebración precisamente para todos los habituales de la sala canguesa y en general del Rock. Para ello contó con la colaboración de la gente de la propia sala que se volvó desde un inicio, de Gravelroad76, de nosotros mismos y sobre todo de los amigos de Lestrato, consiguiendo así cerrar un cartel que juntaba en una misma noche a Los Brazos, Imperial Jade y Wonderlust Kings... ¡Acojonante!


En un ambiente de fiesta total como se merecía una noche así, arrancaban los vigueses Wonderlust Kings, una joven banda que este mismo año lanzaban su disco debut, un disco homónimo que ha conseguido grandes críticas y les ha llevado a tocar incluso en el Auditorio Mar de Vigo.

Arrancaron con una intro de lo más psicodélico, preludio de un concierto en el que nos presentarían al completo su primer trabajo e incluso algún tema nuevo de regalo. En su set nos encontramos la fusión como principal adjetivo con el que definir su sonido. Sobre la base del Rock clásico y el Blues Rock deciden experimentar con el Funk, el Grunge e incluso el Indie, consiguiendo así un sonido muy personal, algo de agradecer y digno de elogiar en una banda tan joven.

Sin duda aún les queda mucho trabajo por delante para ser la banda que pretenden ser, pero la sensación que nos dejaron fue mejor que buena, pues tienen un gran gusto y hay excelentes mimbres para que la banda crezca, y que duda cabe que habrá que seguirles muy de cerca, pues consiguieron calentar el ambiente frente a un público que lleva años acostumbrado a lo mejor. Fue un inicio perfecto para el Batea Fest.


Llegaba el turno de la banda barcelonesa Imperial Jade, una banda que ya estuvo por nuestra tierra el año pasado y dejó muy buenas sensaciones, tan buenas como las que deja su hasta el momento único álbum "Please Welcome".

Saltaron al escenario y pronto nos hicieron regresar a los '70s con su música y sus psicodélicas camisas. Lo que nos ofrecieron en directo fue exáctamente lo que esperábamos tras pegarle una buena escucha a su disco: Hard Rock puro y duro con evidentes influencias setenteras como Deep Purple o Led Zeppelin (con popurrí de estos últimos incluido) y otras más actuales como Rival Sons, aunque el aroma a ese Hard Rock más melódico de bandas como Whitesnake inundaban una y otra vez los temas de los catalanes.

Los espectaculares piques de guitarras entre Alex y Hugo, la enorme voz del enorme Arnau y la trepidante base rítmica de Ricard y Fran, este útimo que nos dejo un solo de batería al más puro estilo Bonzo, hicieron las delicias de una sala que con ellos enloqueció como solo lo hace en las grandes citas. La verdad que impresiona que una banda tan joven y con tan poco recorido suene tan bien, y lo que nos quedó bien claro es que con ellos ese legado de bandas como las que mencionábamos antes está en muy buenas manos.


Con la sala enloquecida tal y como os contábamos, llegaba el momento de Los Brazos, una banda a la que teníamos muchas ganas tras ese pedazo de cañón que es su último disco "GAS", y os aseguro que en directo el cañón se convierte en un sopapo de Blues Rock en toda tu cara. ¡La que se iba a liar con estos tres sobre las tablas!

Nada más arrancar el sonido crudo de la guitarra de William, el apabullante bajo de Txemi y la contundente batería de Koki iban hacer saltar por los aires la poca cordura que quedaba entre el público. Azuzados por la locura que se desató frente a ellos, este Power Trío de Bilbao se vino arriba y nos brindó dos horas de soberbio Rock, de lo mejorcito que se ha escuchado en los últimos años en la Salason.

Su actitud y energía sobre el escenario te arrollaba por completo, y su conexión y complicidad con la gente fue de las más grandes que he visto en una sala. Nosotros sudábamos y bailábamos abajo y ellos arriba se divertían visiblemente con el espectáculo, a la vez que nos iban lanzando los excelentes temas de su disco como "Randall", "Boogie" o "Say My Name". De verdad que el derroche de los tres fue bestial, y en más de una ocasión vimos a Txemi tocando sobre los hombros de Cristobal, el organizador del evento, en lo que era una perfecta metáfora de lo que este festival significaba, tres bandas elevadas por la admiración de un amante del Rock.

Cualquier cosa más que diga sobre el bolo de Los Brazos estaría de más, pues el éxtasis se apoderó de quien os escribe de tal modo que al igual que el resto de la sala solo pude dejar llevarme por la música de estos tres fenómenos.


Ver al final del festival a las tres bandas juntas sobre el escenario, agradeciendo al público mientras estos aplaudían a rabiar, fue el broche perfecto de una noche que acabaría con las bandas disfrutando de la fiesta abajo con todos nosotros. El festival que se creo de la ilusión de una persona acabó siendo el festival de la ilusión de todos nosotros: del organizador, de los asistentes, de la sala y de las bandas. ¡Exigiremos el Batea Fest 2 a Cristobal!

Salud y ¡Rock & Soul & Things!


VIDEOS



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario