Salason es un lugar con un ambiente único. Siempre que he podido disfrutar de un concierto allí me he encontrado no solo con una sala preparada a conciencia para que disfrutes de un sónido lo mas perfecto posible, si no que la camaradería y el buen rollo se trasladan (sobre todo en los conciertos promovidos por Gravelroad76) del público hacia el escenario, algo que habitualmente suele ser al revés.
El jueves llegaban a Cangas, desde el frío norte, el espectacular y joven trío de Hard Rock afincado en Dinamarca y de nombre The Vintage Caravan. No son un grupo con gran fama, pero entre las cosas que mas se escuchaban sobre ellos resaltaba lo enérgicos que eran sobre el escenario. Imaginad lo que se encontraron delante para llamar al respetable "fucking crazy people".
La verdad que me dió la impresión de que venian avisados de lo que se iban a encontrar, pues salieron totalmente entregados, incluso demasiado desvocados para mi gusto. El ansia por poner a la gente rápidamente a botar creo que les jugó una mala pasada.
Dice mucho sobre lo que pretendían el hecho de que empezaran con tres de sus temas mas populares y potentes ya de entrada. Craving, Midnight Meditation y Cocaine Sally fueron una descarga brutal para comenzar. Pero como ya dije les vi excesivamente exaltados, sobre todo en los dos primeros temas, aunque en Cocaine Sally se empezaron a serenar y a partír de ahí todo iría mucho mejor.
La verdad es que viendoles físicamente uno no se podía imaginar que esos veinteañeros palidos y delgaduchos fuesen a aguantar ese ritmo incial toda la noche, y mucho menos que consiguieran transportarte a los años 70 con su música, con algunos temas que los propios Black Sabbath firmarían. Hard Rock y psicodelia interpretados con mucho talento, desparpajo y energía.
El concierto fluía al ritmo de su último LP Voyage, pero su primer trabajo también tubo representación, con temas como este Sun-ray que serían de lo único un tanto pausado en toda la noche.
Fué para mi en este tema donde comenzaron a sonar mejor y se les notaba mas a gusto tocando, y sin duda fué el preludio del momento álgido de la noche. Los acordes de Expand Your Mind fueron la chispa que acabo de prender la mecha de los presentes, que ya no dejarían de botar, empujarse, hacer volar gente y cantar al mas puro estilo de un campo de fútbol (algo habitual en Salason).
A estas alturas el power-trio islandés se dió cuenta de lo "fucking crazy" que estabamos, y se les vió disfrutar de verdad sobre el escenario, donde estarían casi dos horas transmitiendonos su energía a la vez que recibían la nuestra desde abajo. Una simbiosis que les llevo a preguntarnos "One more?" unas cuantas veces antes de irse definitivamente, como si ellos tuviesen aún menos ganas de que acabase la noche que nosotros.
Tras acabar los tres encima del público dandose un baño de masas, demostraron ser gente bien agradecida atendiendo a cualquiera que quisiera estrecharles la mano o cruzar unas palabras con ellos, siempre con una sonrisa a pesar del agotamiento que sin duda debían estár sufriendo tras el derroche de Hard Rock del que hicieron gala.
En resumidas cuentas, fué una de esas noches que te dejan el sabor de boca de haber vivido algo grande. Siempre hay que poner un pero, porque nadie es perfecto (yo por ejemplo pongo una tilde de cade tres que debiera), y me pareció que Óskar (que así se llamaba el guitarrista y cantante) abusaba en exceso de los efectos, y ese punto psicodélico que en el disco tanto me gustó, se volvió excesivo en directo, sobrecargaba demasiado los temas a mi parecer. Quitando ese pequeño detalle estuvieron geniales, con mucha energía, y si mantienen esa potencia y sencillez, con el talento que tienen, y las tablas que les sobran a pesar de su juventud, harán cosas grandes en este mundo tan grande que es el Rock.
La sensación final es que cualquier banda, por muy buena que sea (y The Vintage Caravan lo son), en esta sala se crece todavía más de lo habitual. Esperando ya a que vuelvan...
Salúd y ¡Rock & Soul & Things!
GALERÍA DE IMÁGENES
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