Con muchos cuerpos todavía doloridos por la fiesta de más de 4 horas que acabó por ser el Rock Soul Fest, nos volvimos a plantar frente al escenario de Salason tan solo unas horas después para una de las citas del año: la visita de Sven Hammond a Cangas.
El evento era tan reseñable que basta con decir que por segunda noche consecutiva se colgó el cartel de sold out antes de que comenzara el concierto, cosa que nunca había sucedido en la sala.
Sin lugar a dudad se respiraba entusiasmo, dos tipos de entusiasmo en realidad, el de los que habían visto hacía tan solo unos meses a la banda holandesa en el Azkena Rock Festival y el de los que llevábamos todos esos meses escuchando las historias sobre su memorable concierto en la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria-Gasteiz. Finalmente todos estallamos en uno cuando la banda del enorme teclista del organo Hammond y el Leslie (amplificador giratorio) comenzaba su show, un show que bien se podría diseccionar en variar partes.
Comenzaron a tope de energía, demostrando que ellos sabían las expectativas que habían creado y no querían defraudar. Enlazar de entrada "Usual Suspects", "Pain" y "Hero" fue una emostración de intenciones bestial, y la gente ya brincaba y bailaba como locos mientras ellos sonaban como una apisonadora, con un sonido mucho mas duro y eléctrico que el que te encuentras en sus discos de estudio.
Tras ese zarpazo inicial llegaron varios temas en los que el protagonismo sería para la enorme voz de Ivan Peroti, que intentaba calmar la excitación de las masas (sin mucho éxito) con dos temas menos rockeros y más cargados de soul como fueron "Choosey Lover" y "Diamond Drunk", para luego volver a venirse un poco arriba con "Kiss The Ground", tras la cual Ivan se marcharía para dejarnos a solas con la banda que nos brindaría un tema instrumental de casi quince minutos donde hubo momentos de jazz que solo de recordarlos me ponen la piel de gallina...¡una bestialidad de músicos!
Tras el que para un servidor fue el mejor momento musical de la noche, Ivan volvía al escenario como si el concierto comenzase de nuevo, con la energía a tope de nuevo para dejarnos varios temas entre los que destacó "Fly", en el que jugaría con el público, al que hizo danzar de un lado a otro, o agacharse para que luego todos explotáramos en lo que fue un salto unánime de toda la sala, que ya no dejó de brincar hasta que acabó el tema ¡Momento épico!
Después del primer bis de rigor, no les quedó más remedio que salir una segunda vez ante la insistencia de la gente para acabar con el "Happy People" que describía a la perfección el estado de ánimo de todos y cada uno de los que estuvieron en esta noche historica para Salason. Una noche que nadie olvidará por la calidad musical y la excelente conexión y energía que salía del escenario hacia el público y viceversa. Esperemos que vuelvan...
Salúd y ¡Rock & Soul & Things!
VIDEOS BY SERGIO GROBA
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