miércoles, 29 de julio de 2015

Miss Imelda May, un torbellino no solo de Rockabilly


Muy buenas a todas y todos los que seguís este blog. Como ya os anunció hace unos días el Master Miguel voy a iniciar una colaboración con él una vez al mes, en el que iremos repasando y hablando sobre mujeres relevantes en este mundo de la música, en el que predomina el sector masculino, pero del que hay grandes mujeres que han hecho y están haciendo historia.

Así que aprovechando la visita a España, y en concreto tras pasar por Santiago de Compostela, categorizada como una de las grandes voces del Rockabilly actual, aunque el blues, el soul y el country también encuentran cabida en su estilo musical, empezaremos con ella, con la gran Imelda May.


Antes que nada me gustaría hablaros de lo que se vivió el pasado 23 de julio en la Plaza de la Quintana de Santiago, ya se que no es este palo el que me toca a mi analizar, pero es imposible no hablar de ese momento si hablamos de ella. Y la verdad que me siento una gran afortunada porque también la pude ver el 1 de julio de este año en Madrid en el Madgarden Festival.

Sin palabras fue como me dejo esta mujer, fue uno de los conciertos en los que más disfruté, bailé, canté y no paraba de sonreír al verla en el escenario derrochando tanto talento, estilo y saber estar. Y es que, una que como aficionada se dedica de vez en cuando a esto de la música, poder ver y escuchar como modulaba su voz, sin la necesidad de gritar, ni estar siempre en el punto máximo de lo que puede dar su voz y aún así encandilar a todo el mundo, es algo espectacular. 



Porque aunque muchos vocalistas no seamos conscientes de ello al principio, no por más gritar ni rasgar la voz se hace mejor y transmites más, es todo al contrario, te das más valor cuando eres capaz de saber en qué momentos concretos tienes que utilizar un registro u otro y de esto sabe muy bien Imelda, porque lo controla 100%. Un ejemplo de ello fue este momento en el que cantaba el tema "Bang, Bang - My baby shot me down", de Cher pero cuya versión de Nancy Sinatra se hizo más famosa. 


Aunque todo hay que decirlo, pero está respaldada por una banda que es una delicia, a pesar de que en ambos conciertos su marido no estaba a la guitarra como suele ser habitual, todos y cada uno de los componentes dieron el máximo de si, y como ella, desplegaron un gran talento y estilo encima de las tablas. 

Tras este introducción me gustaría profundizar más en la figura de Imelda, una joven que con 16 años inició su carrera como cantante, pero que no le fue nada fácil debido a que más de una ocasión tuvo problemas para poder entrar en estos sitios donde ella misma iba a actuar. Y es que, ¿quién se iba a imaginar que aquella niña fuera la artista que minutos más tarde estarían escuchando?. 
Pero todo fue
posible debido al gran apoyo que siempre tuvo por parte de su padre, el cual junto con una de sus hermanas iban juntos a la iglesia en donde ambas niñas cantaban en el coro. Hubo una ocasión que el padre, viendo que ella estaba llorando por temas de amores, le dijo que ahora estaba preparada para cantar blues, que canalizara todo ese dolor y lo plasmase en sus letras y su voz (qué gran consejo Señor Clabby). Y es que de muchos es sabido que el blues cuenta las desgraciadas historias de sus escritores, que utilizaban este medio como forma para desahogarse.

Desde bien pequeña Imelda se ha visto rodeada de músicos, desde su tío, un primo y hasta su cuñado eran músicos. Hasta en su barrio se respiraba música, su familia vivía en un humilde barrio obrero y como las familias no tenían muchos recursos decidieron crear pequeños grupos formales que después cantaban delante de todos los vecinos. Algunos padres preparaban el escenario, otros tocaban instrumentos, preparaban el sonido, etc, y es de esta cuna de la que posteriormente mucha gente se dedicó a este campo. Además que en la casa Clabby siempre se estaba escuchando música, y uno de sus hermanos era un auténtico fan de Elvis Presley, así que cuando podía la pequeña Imelda entraba en su habitación y le robaba los discos para escucharlos y empaparse de su música y de otros artistas como Eddie Cochran, Gene Vincent o Wanda Jackson


Sin embargo, un día mientras escuchaba la radio sonó la voz de la increíble Billy Holliday y aquella pequeña quedó impregnada por el talento de esta gran artista. Y su hermano sin pensárselo dos veces la cogió de la mano, se la llevó a una tienda de discos, compraron un Grandes Éxitos de Billy Holliday y estuvieron juntos escuchando el disco toda una tarde. Tanto fue el enamoramiento que ahorró y a sus 15 años decidió comprarse un abrigo imitación de piel de leopardo, porque quería aparentar ser más mayor, que como dice la misma Imelda - "Era lo que se llevaba en aquella época" -.

Rumbo a Londres. Eso es lo que hizo cuando cumplió 22 años, cogió las maletas y se fue. Empezó a cantar en clubes de burlesque donde pronto comenzaría a cantar con la banda Blues Harlem y con Mike Sánchez (cantante, pianista y compositor cuyos padres son españoles emigrados). Allí aprendió mucho, pero aún así siempre tuvo la necesidad de crear algo suyo, algo que pudiera plasmar lo que era ella en toda su esencia. 

Así que en el año 2003 formó su propia banda y publicando si primer disco "No Turning Back", el cual incluye 3 temas originales y el resto son versiones. Pero no tuvo el éxito que ella esperaba. Y en aquella época aún no llevaba el característica mechón rubio con su correspondiente caracol, resulta hasta raro verla sin el, no?. Además de que en aquella época ya estaba casada, el año anterior, y aún así siguió utilizando el nombre de soltera Imelda Clabby.


  
A pesar de tener ya su banda, continuaba formando parte de Blues Harlem y en el 2005 publicaron el álbum "Talk to me". En este mismo año se reeditó el álbum "No turning back" en el que podemos ver a una Imelda cambiada, primero porque ya utiliza su nombre de casada Imelda May, y segundo porque hace aparición con el que a día de hoy es su signo identificativo, ese mechón rubio en forma de caracol.















Continuó con concierto tras concierto y aún continuaba con los Blues Harlem, mientras que en uno de los ensayos el contrabajista probaba el instrumento y le vino la melodía de lo que sería uno de los singles con mas éxitos "Johnny got a Boom Boom". Dentro de ella sabía que la época con los Harlem estaba llegando a su fin porque su próximo disco estaba cociéndose a un ritmo vertiginoso. Fue tal la situación que dos años después de la reedición de su primer trabajo vió la luz "Love Tattoo", disco que fue un auténtico estrellato a pesar de que ninguna discográfica lo quisiera, así que ni corta ni perezosa decidió producirlo ella misma.



Llamó la atención de muchos artistas que empezaban a preguntarse sobre quien era esa chica irlandesa con un mechón rubio de la que no se dejaba de hablar. Lou Reed escucho una de sus canciones y decidió que quería cantarla, así que fue hasta donde estaba con él, - "al principio fue hostil conmigo, pero finalmente disfruté trabajando con él" - palabras de Imelda.

También compartió escenario y teloneó a Van Morrison, Jules Holland, Jeff Beck o Wanda Jackson, entre otros, es decir, que se ha codeado con artistas de lo mejorcito y no todo el mundo puede decir lo mismo.

Tras verla telonear a Jules Holland, la productora Universal decidió apostar por ella y apoyarla para la producción del que sería si siguiente álbum "Mayhem", del que ella misma es co-productora y que salió en el 2010.















En 2011 fue reeditado con el nombre de "More Mayhem" en el que aparecen temas como "Johnny got a Boom Boom" con colaboraciones de otros artistas.


Y llega un momento en el que la artista tiene que hacer un pequeño parón, ya que en 2012 nació su hija Violet, tras 10 años de matrimonio con Darrel Higham, (con el que actualmente ya no está, debido a que decidieron separarse a principios de este julio). Pero no os vayáis a pensar que fue una gran pausa, dejó de actuar dos meses antes de dar a luz y un año después del nacimiento volvió a los escenarios con más fuerza que nunca. Porque el hecho de haber sido madre no calmo para nada su energía, al contrario puede ser que incluso la impulsase más.


(Esta imagen no es propia)

"Tribal", último disco que salió a la venta en el 2014, y que a día de hoy aún sigue de gira promocionándolo. Todo hay que decirlo, y es que esta última producción tiene una calidad impresionante, refleja como son sus directos, refleja sus voz con gran cantidad de matices, además de que transmite una gran fuerza y es mucho más gamberro que los anteriores. Hasta le permitió ser por unos días la novia de Frankenstein, de lo cual disfrutó de lo lindo. Se nota que la maternidad no ha rebajado sus ganas de seguir dando lo mejor de ella, y su pequeña Violet la acompaña allí a donde va, como nos contó en Santiago.

Imelda May, una artista que aún tiene mucho por darnos y sorprendernos y a la cual no vamos a perder de vista, ya que sigue teniendo muchas ganas de continuar experimentando, como contaba en una de sus entrevistas cuando le preguntaban por su último trabajo.



Así que espero que os haya gustado esta pequeña recopilación sobre Miss May.

Un saludo,

Andhrea Farfalla  

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