El 29 de julio de 2015 creo que quedará en nuestro recuerdo para siempre, pues comenzó como un desastre y sin embargo gracias al apoyo de esos amantes de la música en directo a los que habituálmente denominamos como "Salasónicos", y a la ayuda de don Diego Beer y de la propia sala encarnada en Henry Pérez y Nuria González, acabó siendo una velada de blues y de emociones de esas que te hacen sentír afortunado de poder vivir de un modo tan profundo la música.
Mucho tiempo llevabamos peleando por ayudar a que este fenomenal trío llamado Andhrea & The Black Cats pudiese bajar a tocar a las Rías Baixas, y casuálmente el mismo día en el que su vocalista Andhrea Farfalla debutó como colaboradora de nuestro blog, se bajaban desde Compostela para tocar en la terraza O Pirata de la Playa de Los Olmos en Vigo.
El infortunio se cebó con ellos como suele pasar por estas tierras en forma de lluvia, y la suspensión del concierto fué inevitable, pero gracias al enorme trabajo desinteresado de la gente que menciono en el primer parrafo, en solo unas horas se preparaba todo para que en vez de hablar de suspensión, pusiesemos hablar simplemente de cambio de emplazamiento...¡y vaya emplazamiento! ¡ni mas ni menos que Salason!
Cuando llegamos a Cangas ya estaba todo listo. Con todo preparado en el lateral de la sala donde habituálmente esta el merchandising de las bandas, se había dispuesto todo para que el recital quedase mas cercano, con el público a la misma altura que los músicos para así conseguir un ambiente mas íntimo, cosa que se logró sobradamente.
Con aproximadamente unas treinta personas en la sala, algo que tiene mucho merito pues el concierto se anunció ese mismo día sobre las cuatro de la tarde, comenzaba a sonar el "Rambling on my mind" de Robert Johnson con el que se iniciaría no solo el concierto, sino una auténtica clase de historia de blues a cargo del maestro de la armónica Ramón Figueira "Figui", que con su habitual sentido del humor presentaba los temas de un modo muy ameno y a la vez instructivo.
Los clásicos del blues se les iban como escapando entre los dedos, temas como "Ain't that loving you" y "Baby want you want me to do" de Jimmy Reed pero que fueron popularizadas por Elvis, el "Good morning little school girl" de Sonny Boy Williamson que es el tema que abre su disco o su alabada adaptación del "Chocolate Jesus" del gran Tom Waits.
Con la gente ya enchufadísima con el enorme talento de Figui a la armónica, la sutíl y deliciosa voz de Andhrea y la guitarra y el slide de Benjamín Vazquez, la banda también se fué soltando y gustándose hasta tal punto que llegó el momento en el que parecía que ni ellos querían dejar de tocar ni nosotros irnos de Salason a pesar de ser miércoles y de que casi todo el mundo madrugaba la mañana siguiente.
Entre los cerca de treinta temas que tocaron hubo tiempo para que saliera a bailarse unos cuantos temas con ellos la genial Romina Hot Shoes con sus habituales y maravillosos pasos de baile sonoros y dejarnos algun corte mas de su disco como "One bourbon, one scoth and one beer" o "There's a man going round taking names" y otros clásicos casi indispensables como "I can't be satisfied" y "Hoochie Coochie man" de Muddy Waters. Resaltar por encima de los demas "Lies", un tema de su propia composición que tocaban por primera vez y que por suerte logré grabar. Ya para acabar en los bises un "Sweet Virginia" mas dulce que nunca y el "I've got a woman" de Ray Charles que como no también versionó Elvis.
Como veis la selección musical de Andhrea & The Black Cats es una auténtica delicia, casi tanto como su modo de adaptarlos y presentarlos en directo. Geniales por su enorme talento pero también por su cercanía, simpatía y complicidad sobre el escenario y bajo el, pues depués del concierto no dejaron de repartir cariño y sonrisas a todo el que se les acercaba. Como bien decía al principio una noche de emociones y de mucho blues, pero es normal..¿acaso no es el blues el generó musical mas emocional que existe?
Salúd y Rock & Soul & Things!
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