Igual mas de uno ya está aburrido de que les hable de Booty Sweat...¡Pues que se aguante! ¡Ahí va una más!
La verdad que uno no se cansa de ver sobre un escenario a esta banda que siente tan adentro el blues y lo sabe transmitir con tanta pasión y energía. Tanto nos gustan que nos cogimos los bártulos y nos fuimos a Pontevedra.
La verdad que era casi un crimen que aún no hubiesemos pisado El Pequeño, y es que el hermano menor de la Sala Karma mola...¡y mucho! Es una sala pequeña pero de esas que emanan rock por todos sus poros. Decorada con inolvidables momentos de nuestro querido Surfing the Lérez en esta ocasión mas que rock emanó blues de Chicago.
Sin Juanma Ons a la guitarra ya que está al otro lado del charco, los Booty se presentaron como trío ante el respetable, aunque poco duró... Que mejor invitada para tocar las seis cuerdas en Pontevedra que Laura Solla. Sin ensallo previo se calcó unos solos y unos piques de guitarra enormes con Andrés, mientras Manu y Jorge sostenían todo con su enorme talento en la sección rítmica.
El enorme buen hacer que tienen sobre las tablas siempre hace que la gente acabe metidísima en sus bolos, hasta tal punto que lo que iba a ser un bis de dos temas acabase siendo casi un segundo concierto, con Laura ya como una integrante mas de la banda y la gente disfrutando como si nunca hubiesen escuchado blues. Ese es precisamente el gran mérito de Booty Sweat, tocan temas que en muchos casos poseen mas de medio siglo de vida y consiguen enganchar con ellos como si lo que hiciesen fuese lo mas novedoso desde que se inventó la Coca Cola. ¡High energy blues señores! ¡No los pierdan de vista!
Salúd y ¡Rock & Soul & Things!
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