Muchos palos me ha dado alguna gente porque al parecer suelo repetir al final de muchas crónicas lo de "uno de los conciertos del año"...posiblemente tengan razón, quizá la reciente emoción tras un buen concierto me lleva a exaltar al mismo a los altares cuando escribo sobre el...pero también reconozco que pocas veces (o ninguna) me he arrepentido de hacerlo. En este caso ya lo digo de entrada, es más, ya lo decía en cuanto supe que Cracker vendrían a Vigo. Una vez mas no me equivoque. ¡Uno de los conciertos del año!
Avalados por una carrera inmensa, y sobre todo por toda la gente que hace unos meses los habían disfrutado en el Azkena Rock, esta se había convertido en una de esas citas que no te puedes perder por nada en el mundo. Daba igual el frío, daba igual que fuese miércoles...una banda así no viene todos los días y pronto demostraron el porque de tanto revuelo y excitación.
En cuanto comenzaron a tocar "One Fine Day" ya nos dimos cuenta de la magnitud de lo que teníamos enfrente. Con un sonido como no recuerdo en La Iguana Club en mucho tiempo nos dejaron a todos los presentes boquiabiertos. Todavía no habían acabado el primer tema y ya había compensado pagar la entrada. Guitarras muy finas y cargadas de rock (espectacular el sonido de la Gibson Les Paul Bigsby de Johnny Hickman y la preciosa acústica firmada por Mark Lanegan que lucía David Lowery), voces perfectamente afinadas, sección rítmica impecable y el lujazo del sonido de la pedal steel guitar de Matt "Pistol" Stoessel, que le daba ese toque country que tanto se respira en su último disco "Berkeley to Bakersfield".
Con semejante arsenal sobre las tablas el concierto fue como una armonía perfectamente sincronizada en la que no me atrevo a destacar a uno por encima del otro. Precisión de cirujano en cada uno de los acordes que se deslizaban sobre el aire de La Iguana, hipnotizando a un público que disfrutaba casi paralizado del espectáculo que estaba a ofrecer la banda californiana. De verdad que parecía hasta feo ponerse a brincar o a bailar con la elegancia que destilaba cada uno de los miembros de la banda, que eran como engranajes de una máquina perfectamente engrasada.
Tocaron durante mas de dos horas sin descanso dejándonos un set plagado de grandes temas como "California", "Low", "Crackersoul", "I See Light" o "Reaction". Aproximadamente treinta temas en los que repasaron toda su discografía y nos hicieron a todos los presentes estar aislados del mundo exterior durante todo el concierto, como si no hubiese nada mas en el universo que el escenario de la enorme iguana al fondo y nosotros.
En definitiva...que si, que ha sido uno de los conciertos del año, para mucha gente con la que he hablado incluso el mejor. Aquí no nos mojamos tanto pero desde luego para un servidor está en el top five del 2015, y creo que solo hace falta una palabra para definir a Cracker: ELEGANCIA.
Salúd y ¡Rock & Soul & Things!
VIDEOS CORTESIA DE SERGIO GROBA
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