miércoles, 9 de diciembre de 2015

¡Divina pinchada!


Que maravilla cuando te levantas un domingo, miras por la ventana, el cielo está despejado y si...¡hay pinchada con pinchos en Cangas! Solo pensar en el plan saqué fuerza de flaqueza, y aunque la noche anterior había estado hasta altas horas de la noche disfrutando de los que iban a ser protagonistas en esta sesión matinal de domingo, la energía pudo con el sueño.

No comenzó bien la cosa, pues hubo que cambiar el emplazamiento del evento a última hora ya que algún fenómeno del ayuntamiento decidió que era buena idea dar los premios de unas carreras que se celebraban esa misma mañana a la hora en que Andhrea & the Black Cats tenían que actuar. Ante el caos que se avecinaba con el speaker de la carrera dando voces por la megafonía mientras los músicos intentaban deleitarnos con su blues, nos escapamos para la plaza situada al lado de la iglesia. Por suerte el cambio fue duro pero muy bueno. ¡Alabado sea Dios!


Con mucho retraso por el cambio de ubicación, pero también con mucha gente, Diego Beer calentaba al personal con su dominio a los platos durante un breve pero intenso rato, lo justo para que Andhrea, Figui y Benja tomaran posiciones y se lanzasen a tocar en el incomparable marco que era esta plaza de piedra que como os deciamos estaba atestada de gente y de buen rollo.














No voy a insistiros con lo que hace este magnífico trío compostelano, llevamos meses alabándolos y acercándonos todo lo que podemos para verlos, y si no podemos acercarnos pues hacemos lo posible para que lo hagan ellos. Me gusta que aún a pesar de haberlos visto la noche anterior, el show siguió la linea de lo que tanto éxito les ha dado, pero tienen repertorio como para que no se haga repetitivo. Si que echamos de menos en esta ocasión la presentación de los temas por parte de Figui, y es que aunque Andhrea lo hizo muy bien, nadie hace tan buenas introducciones de los "temitas" como él.


Al final, y a pesar de los problemas iniciales, la "XIII Pinchada con Pinchos" de Cangas Vella fue un éxito, y es que la gente se vuelca con propuestas tan bonitas y llenas de trabajo y corazón como estas. Un puñado de gente trabajando un domingo con el único fin de promover la música y ofrecer un buen rato a la gente. Esperemos que estas trece no sean mas que el inicio de una tradición que no tenga fin, cosa de la que estoy seguro, y es que mientras Cangas Vella y Os Valentes Camiñan Sos estén ahí, en Cangas siempre sonará música por todos los rincones. ¡Life is beautiful!

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!



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