Pues resulta que en Salason no nos quieren dar ni un pequeño respiro en esta vuelta a los bolos dentro de las salas tras el aluvión de festivales, y si el martes pasado nos dejábamos allí el sudor con The Dustaphonics, tan solo una semana después nos tocaba sudar la gota gorda con las neoyorquinas Baby Shakes.
Con una fama excelente a pesar de su juventud, estas tres chicas (y un chico que yo lo vi) llevan desde 2005 dando caña, y su discografía ya contempla dos LP's y un buen puñado de singles, composiciones suficientes para tener un set repleto de temas propios, lo cual a día de hoy se agradece y mucho.
Desde luego saben bien lo que se hacen, y es que nada más llegar ya agrada ver una pancarta con su nombre colgando al fondo del escenario, y no solo en ese detalle cuidan la imagen, si no que su estética es impecable. Las tres salieron para esta ocasión con mini-faldas, medias de rejilla y unos taconazos de los que aún me cuesta creer que no se cayese ninguna.
Una vez sobre el escenario comenzaron sin contemplación alguna, al más puro estilo Punk. Tocaban los temas en grupos de cuatro, sin darte tiempo entre ellos casi ni a aplaudirles, solo les falto decir aquello de "one, two, three, four" entre medias. Cada cuatro temas un respiro, un guiño al público... ¡Y caña de nuevo! A este ritmo como os imaginaréis el bolo no llego ni a la hora a pesar de las más de 30 canciones que tocaron, como debe ser un buen concierto de Punk, corto pero intenso, con las revoluciones siempre al máximo.
La verdad es que la voz de Mary te hace recordar a aquellos grupos de chicas de Power-Pop de los años 60's como The Runaways, que de hecho es a lo que más suenan sus discos... pero en directo se palpa más esa influencia tan evidente de bandas como Los Ramones, a los que homenagearían en el último tema del bolo con la mítica "Rockaway Beach".
No son más que lo que preve, pero lo hacen sobradamente bien. Mary cumliendo a la guitarra rítmica y arrasando con su voz y su actitud, acompañada siempre en los coros por el resto de la banda. Judy soberbia marcando la diferencia a las seis cuerdas de su preciosa Rickenbacker 330 FG roja, y Claudia y Ryan impecables marcando unos ritmos trepidantes al bajo y la batería respectivamente.
En resumen, que no os esperéis una banda de virtuosas, ni solos apoteosicos de dos minutos, ni nada parecido. Baby Shakes son una banda de Punk: llegan, te abofetean y se van. ¡Y que no cambien!
Salud y ¡Rock & Soul & Things!
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