Hay fechas que las esperas antes de saber ni tan si quiera de su existencia, y eso nos pasaba con este 27 de septiembre, que todos lo ansiábamos desde la última visita de Dustaphonics a Salason allá por febrero de 2015.
Era un martes, pero el ambiente sin duda era de fin de semana. La expectación creada a los que no habían visto a la banda por aquellos que si, hacía que en el ambiente se palpase la ansiedad por la llegada del momento en el que se subiesen al escenario de Salason.
Tras la típica presentación llena de talante de Berto Roros, comenzó a tocar el inconmensurable Yvan Serrano, siempre impecable con su boina, su camisa de bolos y sus impolutos zapatos blancos, que volvía acompañado otro año más por Eric Frajria a las baquetas y Devid Dell'Aieray a las cuatro cuerdas. Se quedaron allí un rato ellos solos tocando bien suave mientras esperaban a Hayley, que tras hacerse de rogar salió al escenario como un torbellino, enfundada en un ajustado mono negro de licra. Todo el mundo enloqueció, y como para no hacerlo, pues arrancaron con un pepinazo como el "Witch Of The Night", que enlazarían con otros del mismo calibre como "Back to Mono", "Don´t Let The Devil" y el ya mítico "Rockin Boogaloo".
Con ese aluvión de temas clásicos de la banda nos pusieron en órbita antes de comenzar a presentarnos los de su nuevo trabajo "Johnny & Bo", y es que precisamente el tema que da nombre a este nuevo álbum sería el primero en caer durante el bolo. En este nuevo disco siguen la linea que en su día marcaron, y que no dejan y esperemos que no dejen nunca de seguir. Rock Garagero lleno de intensidad y pasión y temas de tres minutos máximo en los que te pones a bailar o revientas... ¡Imposible no mover los pies con ellos!
El bolo fue como en ellos es habitual pura adrenalina, no nos dejaron un momento de respiro y lo más parecido fueron un par de temas más relajados de lo habitual como pueden ser el "Cachaça" o el "Dreams On Screen", ambos de su nuevo trabajo, pero por lo demás todo el tiempo nos avasallaron con esa trepidante base rítmica, el incesante guitarreo de Yvan, que nos dejó etapas Surf de mucho nivel, y la impresionante Hayley Red, que es un verdadero torbellino sobre las tablas por su modo de bailar, de animar a la gente, de dar palmas, de tocar la pandereta, de agitar su larga cabellera peliroja, o incluso de volar sobre la gente presente en la sala con un gesto muy de Supergirl. Pero por supuesto te gana cantando con ese chorro de voz que posee y con el que logra ponerte los pelos como escarpias... ¡Una verdadera bestia!
Tras hora y media de concierto demostraron que no hace falta más para irte con un buen chute de Rock, si lo haces bien no necesitas tres horas para ganarte al público, algo que ellos hacen con facilidad, pues transmiten muy buen rollo desde el escenario, algo que no es fachada, pues su trato con la gente al acabar el bolo fue excepcional, siempre con una sonrisa y una palabra amable para todo aquel que quisese una foto o simplemente intercambiar unas palabras con ellos.
Aquí somos fans declarados de muchas bandas, pero Dustaphincs tienen un hueco especial el corazón de RockSoulThings por ese Rock lleno de honestidad y "simplicidad".... ¡Dustaphonics de puta madre!
Salud y ¡Rock & Soul & Things!
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