Ya sabéis que aquí solemos marcar algunas fechas en rojo como ineludibles, pase lo que pase hay que ir. Ese era el caso de la visita de The Love Me Nots a Salason, y es que tanto por el lugar como por la banda, la noche cumplía todos los requisitos para ser épica...¡y así lo fue!
Desde el momento en que saltaron al escenario la cosa prometía. La banda tenía una estética que ya te ganaba: desde la explosiva y sensual Violet, pasando por la mística Christina al bajo o el rocker Johnny Walker a las seis cuerdas, que con ese nombre no podía ser más molon ni queriéndolo.
De primeras nos abofetearon con "Shuffle", que me dejó como primer poso el enorme poderío de Jay a la batería. ¡Como le pega el condenado! Mientras iban avanzando los temas, poco a poco ibamos saboreando todos los ingredientes de la banda de Phoenix. Por encima de todos destaca Violet, tanto por su llamativo modo de vestir como por su increible voz y su sorprendente facilidad para tocar el teclado mientras salta, se contorsiona y se dobla subida a unos tacones más largos que un día sin rock.
Christina por su parte parecía desafiarnos a todos con unas miradas tan intensas como profundas mientras marcaba unos precisos y contundentes ritmos con el bajo. Poco a poco se fue soltando más y más, y a parte de empezar a dejarse llevar fisicamente sobre el escenario, nos dejó alguna distorsión que de verdad que a más de uno le debió poner los pelos como escarpias (a mi desde luego).
Johnny Walker por su parte te ganaba solo con su presencia sobre el escenario. Con su preciosa Telecaster colgando de su impecable traje negro, con sus gafas de sol también negras y sus aproximadamente dos metros de altura, nos dejó solos espectaculares tanto por la ejecución como por su saber estar encima de las tablas, sobre las cuales acabó sentado al pie del escenario, mientras la gente le rodeaba enloquecida...¡un grande!
El concierto fue pura energía y 100% rock garagero. Sin duda uno de esos bolos mágicos en los que la conexión entre banda y público se puede hasta palpar. Ellos se lo pasaron genial sobre el escenario y nosotros como niños frente a él con temazos como el "Don't Let him", "Broken", "I Do" o el soberbio cover del "Alone Again Or" de Love. Alrededor de veinte temas que nos llevaron a unas dos horas de sudor, excitación y un extasis que no lograbas quitarte de encima ni cuando la música dejó de sonar, y la banda al compelto se fotografiaba y hablaba amablemente con todos los que se acercaban a ellos.
Sin duda un ejemplo de banda tanto sobre el escenario como abajo. Un concierto de esos que remarcaré sin duda como uno de los mejores del año 2016. ¿Cómo no querer a The Love Me Nots?
Salúd y ¡Rock & Soul & Things!
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