Hay citas que uno no se puede perder si ama el rock: Wilko Johnson es una de ellas. Si además acaba de "resucitar" como él hizo, la devoción se convierte casi en obligación, así que nos dirigimos al Auditorio Mar de Vigo un puñado de fieles. Un servidor habría escogido cualquier otro sitio para recibir a esta leyenda...pero aún así no defraudó, y el hall resultó ser mejor sitio para un concierto que el auditorio en si.
La verdad que nos llevamos un buen palo al ver la poca gente que se congregó. Es habitual escuchar lo de "es que no se programa nada", y ya hemos asumido que las bandas locales no cuentan para la gente que piensa así, pero ver que traen al cantante, guitarrista y fundador de Dr. Feelgood y apenas se juntan 300 personas duele en el alma. Pero en fin...eso es otra historia.
El concierto lo abrirían los vigueses The Shoubinhas Experience, una banda sobre la cual hace unos meses os contabamos su bolo en Salason y que en esta ocasión se presentaba con tres caras nuevas con respecto a aquella cita.
La sección rítmica era totálmente nueva, tanto el nuevo baterista como el bajista aportaron un toque funky a los temas, mientras que por su parte Laura Solla a la guitarra aportaba su enorme talento, como hace en los numerosos proyectos de los que forma parte, además de liberar a Mario de la guitarra para dejarle centrarse en desplegar toda la potencia de su voz.
Apenas tocaron media hora, pero fue más que suficiente para dejar un buen sabor de boca a los presentes.
Tras unos minutos de espera al fin salían a escena Wilko y su banda. Solo el hecho de verlo sobre el escenario tras su fatal enfermedad mereció la pena. Ver esos ojos desorbitados y su mítica Telecaster hizo que el cuerpo de más de uno se estremeciera, y sin mediar palabra comenzaba a sonar "All Right", algo que definía perfectamente como le iba a la banda sobre el escenario, pues cualquiera de las dudas que se habían planteado sobre su posible estado quedaron disipadas en este primer tema.
No nos ofrecieron nada nuevo, ni falta que hacía. Wilko nos brindó su repertorio de carreras, bailes, aspavientos, caras y disparos como si su guitarra fuese una metralleta al mismo tiempo que la tocaba de esa manera tan particular que el tiene de hacerlo. Por supuesto toco sus grandes éxitos, pero no faltaron temas de Dr. Feelgood como "Going Back Home" o "Roxette", e incluso un soberbio "Bye Bye Johnny!!" para cerrar el bolo.
Cabe destacar la aportación de sus acompañantes Dylan Home a la batería y el soberbio Norman Watt-Ray al bajo, que fue para un servidor lo mejor de la noche sin duda. Llevó siempre el peso de los temas con ritmos endiabladamente buenos y complicados, hasta el punto de que parecía imposible que Dylan le siguiese a la batería, cosa que sin embargo conseguía. Entre los tres se dejaban llevar en unos temas que desarrollaban hasta la extenuación con una compenetración absoluta.
En definitva, de los Shoubinhas nos quedamos con ganas de ver esta nueva formación en un bolo completo, pues parece que pueden haber dado en la tecla con las incorporaciones. En cuanto a Wilko...es una leyenda, y las leyendas siempre da gusto verlas. Pero lo mejor es que se nota que siguen currando para ofrecer un buen espectáculo. No dudéis en verlo si tenéis la ocasión, porque esta segunda vida que esta disfrutando es un regalo él, evidentemente, pero también para todos los que lo adoramos.
Salúd y ¡Rock & Soul & Things!
**Fotos y videos cortesía de Sergio Groba
VIDEOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario