jueves, 6 de julio de 2017

Otra noche memorable de Rock a la orilla del Tea.


Un año más, y ya van cinco, Ponteareas fue capital del rock nacional por un día, algo ganado a pulso durante otros doce meses de radio, de música en directo, de entrevistas, de rock en la calle y de pasión desorbitada por la música.

Bien es cierto que por todo lo que comentábamos antes sería injusto reducir este festival a esta noche en particular, pues ya el día anterior con los chicos de la "Rock School" de Ponteareas y el bolo de Gold & Colt, y por supuesto durante el resto del año con el concurso de bandas, los "Rock na Rúa" y demás propuestas, este festival es el más largo y completo que uno se pueda encontrar... sin embargo las cosas como son... ¡Todos estabamos deseando que llegue la gran noche para disfrutar de la exquisita selección de bandas que tiene el Rock in Río Tea!

Para esta quinta edición tuvimos un poquito de todo, desde una de las bandas de rock más en forma y de moda dentro del panorama nacional como son Los Zigarros, pasando por bandas bien reconocidas dentro de nuestro panorama gallego como son The Soul Jacket, Eladio y los Seres Queridos y The Pretty Shirts, por otra parte unos desconocidos para el gran público pero que sin duda son de las mejores bandas nacionales hoy en día como son Los Brazos, y por supuesto Wonderlust Kings, los ganadores del cuarto concurso de bandas, que precisamente fueron los encargados de abrir etan magno festival.


La joven banda de Vigo abrió con su habitual propuesta de blues rock con altas dosis de grunge e indie, todo esto aderazado con algo de psicodelia y funk, lo que les convierte en una banda con un sonido más que interesante y por supuesto muy reconocible, aunque arriesgado.

Para los que los seguimos desde hace tiempo, tanto como para ellos mismos, fue raro verlos por primera vez en un escenario tan grande, al aire libre y de día... de hecho no llegaron a brindarnos su mejor versión, esa que vimos en las eliminatorias del JJ Copas, donde el cara a cara con el público, el sudor y la complicidad se palpan tan de cerca que te hacen vibrar con sus elaborados temas.

No obstante solucionaron la difícil papeleta que siempre es arrancar un festival como este con solvencia, enganchando a la gente que poco a poco iba llegando y se fue pegando al escenario para disfrutar lo más cerca posible de ellos.

Estoy completamente convencido de que esta fue la primera de muchas apariciones en grandes festivales, y al igual que en el concurso de bandas cada vez irán creciendo más y más.


A continuación Eladio y los Seres Queridos pondrían una banda sonora muy diferente al atardecer de Ponteareas.

La banda viguesa es una habitual de los festivales veraniegos, donde han ido conquistando fans al ritmo de esas melodías con las que el propio Eladio con la guitarra y Marcos al teclado engatusan al público, mientras sus pegadizas y tabajadas letras, y la magnífica base rítmica que forman David y Uka hacen el resto. Sin duda se han consolidado como formación y suenan muy compactos, sin fisura alguna en su directo.

Gracias a todos y cada uno de estos motivos nos encontramos al instante con muchos de sus fieles adeptos frente al escenario cantando los temas de su ya mítico "Orden invisible", y por supuesto de su reciente pero ya premiado "Cantares", en el que adaptan a su personal estilo temas tradicionales gallegos y portugueses.

Como de costumbre no defraudaron.


Los siguientes en saltar a la palestra eran también de Vigo, y los habíamos visto hacía tan solo dos semanas en el Surfing the Lérez, pero aún así lograron volver a sorprendernos y maravillarnos...

No os voy a descubrir nada nuevo sobre The Soul Jacket a estas alturas, su rock de raíces negras ha ido evolucionando a través de los años hasta llegar a el punto actual, en el que tras su último trabajo de estudio "Volume III", la psicodelia sesentera ha empapado de tal manera su sonido que por momentos consiguen hacerte entrar en trance durante sus conciertos.

Hoy destacaré algo por encima de la poderosa voz de Toño, de las soberbias guitarras de Guille y Jorge, de la maestría de Xabi al teclado, de los veloces dedos de Jan sobre las cuatro cuerdas de su bajo y de ese groove que Mauro posee con las baquetas en sus manos... y es el modo que tienen de preparar todos y cada uno de sus bolos de manera diferente, y es que aunque la línea seguida desde que presentaron en directo su último trabajo es muy clara, siempre hacen algo nuevo que te sorprende, aunque los acabes de ver hace tan solo dos semanas como era mi caso...

Simplemente sobrebios... como siempre.


Los Brazos eran los más esperados para unos pocos, pero lo que acabaron siendo fue la mayor sorpresa para muchos, que los habían tenido no hace tanto tiempo a unos pasos de allí, en el JJ Copas, donde lamentablemente se encontraron con una sala casi completamente vacía.

Como bien decía un buen amigo "Ponteareas les debía una noche como esta", por pedazo de banda y por pedazo de personas. En esta ocasión tocaron para una muchedumbre, que según avanzaba el concierto iba aumentando atraída por el potente blues rock que estos tres fenómenos hacen de modo tan fresco y divertido.

Precisamente diversión, esa es la palabra clave en Los Brazos, y es que verlos sobre el escenario divirtiéndose hace que por fuerza tu también te lo pases bien, te enganchas a ellos con sus guiños, sus gestos, su compenetración y su complicidad sobre el escenario, y se acaba formando una química impresionante entre banda y público, un público que acabó brincando ante la absoluta grandeza de una banda que hace algo tan sencillo que parece hasta difícil de hacer.

Para todos los que los habíamos visto en sala fue un pequeño triunfo moral el ver a la gente disfrutando y encandilada con ellos, ya fuese con sus propios temas o con alguna de las versiones que nos brindaron, y es que Los Brazos son para un modesto servidor una de las mejores bandas en directo de este país con diferencia.


Los Zigarros eran sin duda el plato fuerte de esta quinta edición del Rock in Río Tea. Los valencianos llegaban a Ponteareas como la banda de rock posiblemente más de moda del momento, y demostraron que lo han conseguido merecidamente.

Su segundo trabajo "A todo que sí" confirmó lo que nos mostraron en su álbum debut, pero lo más importante es lo que nos mostraron en directo. Sin duda fue la banda que mejor sonó en el Parque da Feira Vella, donde consiguieron obsequiarnos con un sonido que rozó la perfección. Seguro que no les gustan las comparaciones, pero es inevitable que bandas como Burning, Tequila o M-Clan te vengan a la mente escuchando a este magnífico combo de rock directo y letras ingeniosas y gamberras.

Con una soberbia actitud macarra sobre el escenario nos ofrecieron hora y media de rock and roll del de toda la vida, pero hecho con frescura y descaro, sin duda clave del éxito de los hermanos Tormo y compañía, que se han ganado a las nuevas generaciones e incluso a los más puretas permitiendose el lujo de incluso versionear al mítico Tom Petty con excelente resultado.

Si señor... se tienen bien ganada la fama.


Para cerrar esta magnífica noche de rock les tocaba el turno a unos viejos conocidos de Ponteareas y por supuesto de Rocksoulthings.

The Pretty Shirts nos brindaron hace dos años, junto a Cool Funeral, una de las eliminatorias más enérgicas y divertidas que se recuerdan en el concurso de bandas del propio festival. En aquella ocasión saborearon el amargo sabor de la derrota, pero dos años después se les recompensava poniendolos en el lugar que se merecían.

Entre medias lanzaron su primer LP, que aquí ganó con los votos de muchos de vosotros el premio a mejor disco del año 2015, y lo hizo porque es un disco sin pretensiones, que simplemente pretende que pases un buen rato escuchando rock sin aditivos, y eso mismo hacen en directo, pero mejorado.

Con esa actitud de divertir salieron con su ya característica energía y lograron arrancar los últimos coletazos a un público que ya parecía agotado, pero que se vino arriba de nuevo con los de A Guarda. Temas directos y un frontman como Lomba, de los que te hacen venirte arriba quieras o no, y que en esta ocasión llevaba por detrás no solo a su excelente banda, sino también el exquisito apoyo a los coros de Alba Mouriño, un lujazo que el año pasado ya disfrutamos en el Morrasound.

No se podía cerrar mejor, mantuvieron el listón alto a pesar de lo arriba que se lo habían puesto Los Zigarros, y todos salimos con una enorme sonrisa de la que puede que haya sido la edición más completa del Rock in Río Tea.


La clave de que un festival tan pequeñito, y organizado en un pueblo tan pequeñito llegue tan alto, ha sido sin duda el trato tanto al público como a los músicos, que una y otra vez se deshacen en elogios hacía la organización y eso se nota sobre las tablas, donde lo dan todo para gozo de los que peregrinamos todos los años en julio a Ponteareas.

Aquí ya hay uno esperando a que la maquinaria de todo lo que envuelve al Rock in Río Tea vuelva a echar a rodar.

Salud y ¡Rock & Soul & Things!


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