lunes, 20 de junio de 2016

El Surfing the Lérez consigue superarse una vez más.

  

Hace ya tres años que comenzábamos esta aventura llamada Rocksoulthings, y lo recuerdo perfectamente porque una de las primeras fechas que cubrimos fue el Surfing the Lérez 2014, que contaba con bandazas como Dustaphonics, Guerrera, Camarada Nimoy, Los Coronas o Sex Museum. Ese fantástico cartel, el maravilloso entorno de la Illa das Esculturas y el buen rollo reinante en todo el recinto hizo que este festival se convirtiese en una de esas citas marcadas en rojo en el calendario, y más aún cuando confirmaron su buen hacer el año pasado, a pesar del aplazamiento que sufrieron por la lluvia. Son detalles como ese esfuerzo en superarse, en no arrojar la toalla ante las adversidades y en seguir querer creciendo siempre manteniendo esa filosofía de fiesta, de apuesta por bandas gallegas y de hacer un festival gratuito y para toda la familia, lo que hace que nos hayan conquistado el corazón a mi y a todos los que alguna vez han pasado por el Surfing.

Centrandonos ya en la crónica, o más bien resumen, este año la gran novedad venía en forma de ampliación de festival y de una apuesta total por el rock gallego. La jornada del viernes, aunque más corta, era tremendamente llamativa por la calidad de las bandas que la organización había seleccionado. 


Los encargados de abrir el festival fueron Los Chavales, una banda que aunque muchos piensan equivocadamente que se dedica en excusiva a hacer versiones, pues comenzaron haciendolo en sus inicios, tiene ya un amplio repertorio de temas suyos, que complementan con versiones que ellos mismos adaptan con sus propias letras. Un auténtico acierto para comenzar y para ponernos a todos a bailar con su buen rollo yeyé.



La siguiente banda eran unos ilustres que llevaban un par de años de reposo, pero que demostraron que no perdieron ni un ápice de su potencia tras ese parón. Samesugas saltaron con toda la carne sobre el asador, y dieron un verdadero recital de punk sin contemplaciones. Guitarras crudas y una sección rítmica potente solo apta para los mas rockeros. ¡Un cañonazo de banda! 


Los terceros en salír no llevaban tanto tiempo parados, pero no son faciles de ver últimamente. The Phantom Keys son toda una referencia a nivel nacional dentro del R&B, del Rock And Roll y del Garage. La banda de O Grove saltó al escenario para dar una lección de música de influencias british con sabor a los años sesenta. La poca actividad de los últimos años no les ha hecho perder ni un poco de calidad en su sonido. Un verdadero vendaval del que no puedes escapar mas que moviendo las caderas.



The Limboos eran el plato fuerte del cartel del viernes, y lo demostraron con su Exotic R&B, un estilo tan bailable como admirable por su ejecución. La banda, que comparte con The Phantom Keys a Roi y Sergio, dio un recital musical en todos los aspectos. Ya nos deslumbraron es su última visita a La Iguana Club, y sobre el escenario del Surfing consiguieron poner a bailar incluso a los más pequeños con su música, que a pesar de estár influenciada en sonidos de los cincuenta y sesenta, suena fresca y nueva gracias a ese toque exótico que imprimen a sus temas y a unos excelentes músicos que están a un nivel soberbio.



La locura llegó de la mano de Tractor Troy. La banda local salió con el cuchillo entre los dientes, y armados con sus tres guitarras y sus mordientes letras, lograron poner a todos en un estado de exaltación tremendo. Melodías pegadizas acompañadas de unas letras que la gente cantaba enloquecida, y toques sureños dándole clase a toda esa potencia de Punk-Rock que desprenden. Se clavaron un bolazo.


Con ellos se cerró un viernes que fue un éxito total, algo que nadie dudaba por la calidad de las bandas, pero que casi se tambaleo ante el riesgo de una lluvia que finálmente no hizo acto de presencia dejándonos disfrutar del espectáculo.



Tras el tute que nos metimos el viernes llegamos más tarde de lo esperado, lo que nos hizo perdernos casi todo el bolo de Antifrágil. Eso no evitó que disfrutásemos de alguna de las melodías elaboradas y trabajadas de una banda que con el teclado y la acústica consigue un sonido con mucho cuerpo y personalidad. Les devemos un concierto íntegro a esta banda, y lo más importante, nos lo debemos a nosotros mismos porque pinta muy bien.


Con Jhonander llegabamos por fin a nuestro adorado escenario Brokers, y es que aunque sea un poco más pequeño y esté más apartado, allí hemos vivido grandes momentos en los últimos años y nos hemos llevado agradables sorpresas como Camarada Nimoy o Los Pontiaks. La banda pontevedresa nos presentó los temas de su álbum "Sinécdoque", unos temas llenos de riffs guitarreros y unas letras muy curradas. Se partieron el alma bajo el sol del mediodía ofreciendo un bolazo a los presentes.




Ya de vuelta bajo la carpa del escenario Mahou, tocaba un cambio de tercio más que interesante, con la banda que más honor hacía al nombre del festival. The Phantom Dragsters son seguramente la mejor banda de Surf que hay hoy en día en Galicia (y eso que como dicen son de una ciudad sin playa), y lo volvieron a demostrar con otro de esos directos llenos de potencia, energia, reverb y un talento desmesurado por parte de los tres componentes de la formación. Acabaron tocando entre el público... no digo más.


A las siguientes en poner la música en la Illa das Esculturas les teníamos unas ganas atroces. Por H o por B siempre nos las perdíamos, pero al fin nos vimos frente a Agoraphobia, y se tienen su fama bien ganada. Recuerdan a esas míticas bandas femeninas de Punk-Rock al estilo de L7. La enorme voz de Susana esta bien protegida por dos guitarras afiladas y una sección rítmica que es caviar. ¡Menudo bolazo se clavaron Lucia y Paula! Pura energía y actitud lo de esta banda.



Igloo por su parte nos dejaron un concierto peculiar, con más de una versión llevada hacia su terreno. Rock Alternativo, Indie, o como lo queráis etiquetar. Lo que ofrecen no es nada innovador pero lo hacen muy bien, por eso están tan reconocidos. Los de Caldas son una banda muy compacta en la que cada uno sabe lo que debe hacer y eso les lleva a sonar muy pero que muy bien.



El cuentarevoluciones llegó a su pico más alto con los cuervos (como no). Thee Blind Crows son ya sobradamente conocidos por su Blues-Punk, que es pura energía y potencia. A parte de sus clásicos y los nuevos temas que acaban de grabar, para esta ocasión tan especial nos regalaron alguna versión muy surfera, pero por supuesto llevada hacia su terreno, ese terreno en el que no eres capaz de dejar de menear el cuello. ¡Bestiales como siempre!



Del Blues-Punk pasamos al Blues-Rock más crudo que se hace en Galicia. Dixie Town son una banda consagrada por su modo de hacer ese Blues de sonido pantanoso. Con unos solos que te llevan al éxtasis, la banda viguesa nos mostró el lado más duro de la música de raíces americanas, haciendo un pequeño repaso a sus últimos trabajos. La compenetración con Isaac, nuevo teclista, va a más cada nuevo concierto que les vemos.



Tras dos bolos de lo más salvaje, tocaba suavizar un poco la cosa con las elaboradas melodías de Eladio y los Seres Queridos. Da gusto ver a la gente cantando en masa los temas de un currante del Rock como es Eladio. Con el vivimos uno de los conciertos más emotivos, pues el público cada vez más multitudinario se agolpó para ver a una banda que sigue sacando oro de ese gran trabajo que es "Orden Invisible".


De vuelta al cobijo de la carpa del escenario Mahou, llegaba el turno de uno de los músicos más queridos de Pontevedra, que además se plantaba en el Surfing con una gran novedad. Querido Extraño, últimamente acompañado por Laura Solla a la guitarra y Nyco Lysergic a la batería, amplió la banda incluyendo las cuatro cuerdas de un bajo, pero no cualquier bajo, sino el de el gran Jorge López (The Allnight Workers, Los Wavy Gravies, Dead Wood, Family Folks). Con semejante fichaje y Laura con total libertad a la eléctrica, se clavaron un bolazo memorable, uno de los mejores del festival y sin duda la versión más eléctrica que se haya visto del Horror-Folk.



Atención Tsunami me pareció una de las grandes sorpresas del festival. Su rock es dificil de definir, se le puede etiquetar como Rock Alternativo, es lo más facil sin duda, pero es una descripción vaga y poco precisa. Con la ayuda de dos sintetizadores KORG y de un teclado, experimentan con sonidos electrónicos llevando su música un paso más allá que la mayoría de bandas que están consideradas como Indie. Una sorpresa agradable.



En este punto el recinto estaba a reventar, y no era para menos, pues los siguientes en saltár serían Terbutalina, una banda que con su Punk-Rock garagero se han convertido en toda una referencia festivalera en Galicia. Su música es fresca y bailable, y sus letras muy divertidas. Con su concierto trazaron una línea que diferenciaría todo lo que pasó antes de su bolo de todo lo que pasaría despues. ¡Una inyección de adrenalina! 



Novedades Carminha eran el plato fuerte del festival, y tras un pequeño retraso por problemillas técnicos, crearon todavía más ganas y ansia en la multitud que abarrotaba el escenario Brokers. Ofrecieron lo que les ha llevado al éxito, Punk-Rock directo con riffs sencillos y estribillos pegadizos, ni más ni menos. Con eso y un despliegue de energía y actitud enorme volvieron loco al personal que cantaba y brincaba sin cesar mientras lo noche comenzaba a caer sobre la Illa das Esculturas.



Con la noche ya sobre nuestras cabezas saltaba la última banda del Surfing the Lérez 2016. He de reconocer que la elección no pudo ser mejor si lo que buscaban era rematar con la fiesta en lo más alto. Familia Caamagno hacen un Rock garagero super bailable y divertido, con grandes influencias de bandas sesenteras europeas y americanas y unas letras tan ingenosas como divertidas. Aquello por momentos parecía un gallinero, y como traca final los Terbutalina se sumaron a la fiesta sobre el escenario, cerrando de la manera más grande posible una edición del Surfing que va a ser imposible de olvidar.


En resumen, cualquier cosa que diga sobre el festival se quedará corta. Lo más importante sin lugar a dudas es que se recogieron seis toneladas de alimentos para los más desfavorecios. El festival volvió a ser un éxito, no solo musicálmente, si no como reivindicación de que se puede acercar el Rock a las familias y a los niños. Desde aquí no podemos hacer más que dar las gracias a todos los que hacen posible esto año tras año y pedirles que nunca decaigan y que sigan apostando por el Rock de aquí. Este festival es un ejemplo de que si se hacen eventos culturales con mimo y esfuerzo la gente responde ¡Larga vida al Surfing the Lérez! y...

Salud ¡Rock & Soul & Things!


Álbum de fotos del viernes


VIDEOS 





 




 





No hay comentarios:

Publicar un comentario