miércoles, 24 de diciembre de 2014

Profesionalidad y mucho talento en La Iguana Club.


Tras los dos días más intensos del año, La Iguana Club nos ofrecía un conciertazo que sin duda sería un broche final perfecto para un fín de semana muy grande. Con el XXIV aniversario de la sala y los XIV premios "Maketón" los dos días anteriores, solo los que más aguante demostraron llegarón al que resultó ser un concierto sublime, cosa que a nosotros no nos pilló por sorpresa.

La verdad que como he dicho en muchas ocasiones lo de profesionales es sin duda algo más que el nombre de la banda, si no un adjetivo que describe a la perfección a los geniales músicos que acompañan a Óscar Avendaño y a él mismo, y sirvió como definición también para el genial Astray, que por cuestiones personales se encontró solo ante el peligro sin su banda de impasibles apoyándole en el escenario.

A pesar del contratiempo, Astray se agarró a su acústica y dió un recital de profesionalidad, de humor y de saber estar, para ofrecernos un rato de muy buena música en el que la complicidad con el público se convirtió en algo fundamental.














Tiró mucho de temas de los Espirituosos, pero también nos dejó caer algo de su primer LP como Astray y los Impasibles. "Lo mejor", "Condenada mujer" o su versión del "Qué hace una chica como tú en un sitio como este" de Burning, son tres canciones que reflejan muy bien el excelente trabajo que este trío viene haciendo últimamente, y que tuvimos la suerte de escucharlas en acústico, aunque nos quedamos con ganas de poder verlos pronto al completo en formato eléctrico.

Para rematar solicitó la ayuda de sus compañeros de cartel, y cerraron su actuación con temas tan geniales como un magnífico cover del "Get it on" de T-Rex.











Ya sin descanso alguno comenzaba el turno de Óscar Avendaño y los Profesionales, y a mi modo no podían comenzar mejor. Tiraron de surf con "Los Fortunas", para a continuación deleitarnos a todos con la preciosa "Todas las canciones". Dificil mejorar el incio.











Cualquiera se podía imaginar que el concierto iba a estar bajo en cuanto intensidad, ya que el que más o el que menos había tocado al menos entre 2 o 3 veces en los últimos días (si no más), pero inexplicáblemente nos ofrecieron un concierto cargado de eléctricidad, pasión y energía, en el que apenas hubo cabida para alguna de las geniales baladas rock que tiene el grupo.














Se dejaron la piel hasta el último segundo, y el concierto se centró sobre todo en el alabado "Demasiado Oro". Temas como "El suelo, otra vez", "Poster central", "La primera en la frente", "Siéntate y mira", la apoteósica "El viento" o la pegadiza y super rockera "Perdí mis gafas de sol", consiguieron poner a todos a cantar, cosa que un servidor en particular echa de menos últimamente ahora que se ha puesto de moda componer en inglés. Tuvieron tiempo también para regalarnos un par de temas de su primer LP, como "Junto a mi" o el "Rajad, rajad malditos", que a mi me parece ya un auténtico himno, y como no, una de Burning, en esta ocasión "Ginebra seca".














Sin duda estamos ante una banda de un nivel más que alto, con un directo arrollador, y una pasión por lo que hacen que les lleva a acabar tocando en el suelo de la sala como fué el caso de Indy. Ver a unos músicos que se pegaron tal paliza en tres días, sonriendo constantemente, y entregados al público y a su música de ese modo es algo que para nosotros no tiene precio, por eso aquí somos muy de Óscar Avendaño, somos muy de Los Profesionales, y somos ahora también muy de Astray.












Salúd y ¡Rock & Soul & Things!




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