martes, 7 de junio de 2016

Morrasound: cuando algo se hace con pasión nadie puede derribarlo.


Tras muchos meses deseando que llegase el primer fin de semana de junio por las altas expectativas que nos creaba este festival, por fin pudimos plantarnos en el Mirador da Fontenla y disfrutar del primer Morrasound Rock Festival.

Nada mas llegar esas expectativas se superaron con creces, pues el recinto era lo más espectacular que un servidor ha visto en cuanto a festivales en Galicia. Según crucé la puerta, dejando atrás la zona de acampada, me encontré a mi derecha un increible número de puestos de comida casera y artesanía... ¡hasta un furgón con cajero automático había! Del otro lado las famosas rampas para las exhibiciones de saltos en bici, y justo a continuación el "Escenario Patajullos", el más pequeño de los dos que solo sería utilizado el sábado, pero que tenía el atractivo de que al fondo podías contemplar toda la ría... ¡Espectacular! En medio de todo esto una gigantesca barra y al fondo el "Escenario Mahou", que acogería las actuaciones íntegras del viernes. Lo mejor de todo esto es que estuvieses donde estuvieses podías contemplar la maravillosa Ría de Vigo. ¡Un auténtico lujo de entorno!


Con puntualidad británica comenzaba el festival, y los encargados de ser los primeros en tocar en el Morrasound fueron una banda que aquí conocemos bien. Cool Funeral salieron a tope (no saben hacerlo de otro modo), y aunque la gente todavía estaba llegando pusieron a los más puntuales a tono con su blues rock de alto octanage.


A continuación saltaron otros viejos conocidos. The Pretty Shirts salieron con todo su repertorio de rock garagero, aderezado en esta ocasión con la excepcional voz de Alba Mouriño a los coros, un lujazo que hizo que el ya normalmente gran show que ofrece esta banda en directo tuviese un plus en esta ocasión tan especial.


El festival no podía ir mejor, algo que no dudábamos pues conocíamos bien a las bandas que lo abrian, de hecho la tercera en salír también es habitual en nuestro blog. Thee Blind Crows son una debilidad reconocida, y su Blues-Punk siempre sorprende a los que les ven por primera vez, sobre todo por la potecia y energía que logran transmitir Diego y Al, que a pesar de ser dos tienen mucho más que ofrecer que muchísimas bandas de cuatro, cinco o hasta seis componentes. A pesar de estár muy separados en el escenario lograron brindarnos un show vibrante, lleno de pasión y de esa química que siempre se palpa entre ambos.


Estábamos ya en un punto en el que el ambiente era genial, y justo en ese momento saltaba al "Escenario Mahou" una de las grandes atracciones del cartel. Los vascos Quaoar se han ganado una fama enorme a base de grandes trabajos discográficos y un directo apabullante. Esto último lo demostraron en el Morrasound, con hora y media de rock alternativo noventero al mas puro estilo de Soundgarden o Alice in Chains. Seguro que están hartos de estas comparaciones, pero la verdad que su sonido te lleva atrás en el tiempo, y a alguién como servidor, que se crió con la música de los noventa, esta banda consiguió transportarme a mi adolescencia de radiocassetes y cintas TDK Chrome. Una bandaza que se tiene bien ganada su fama.


Cuando el reloj marcaba poco mas de las dos de la noche llegaba el plato fuerte del festival, los californianos The Bellrays, con una visiblemente agotada Lisa Kekaula a la cabeza, subían a las tablas para dar una de sus habituales lecciones de Rock & soul, y es que a pesar del agotamiento lógico tras algo más de sesenta días en la carretera, la apabullante Lisa nos brindó casi hora y media de bolo en el que su poderosa voz soul contrastaba con una banda que transmitía rock por todos sus costados. Nos hicieron brincar, sudar y apasionarnos con su enorme talento. Un broche final perfecto a los conciertos del viernes, pero no a la música, pues DJ Orly seguiría con la música a los platos hasta altas horas de la madrugada.


Tras la energía gastada en la memorable noche del viernes, el sábado llegamos a media tarde, a eso de las 18:40h, lo cual hizo perdernos buenas bandas de las que lamentamos no poderos hablar. Sin embargo llegamos a tiempo de ver el espectacular final del concierto de Caramuxo Vermello. La banda de Redondela nos sorprendió gratamente con una fusión de estilos que ellos autodefinen como Rythm & Free. Funk, Rythm & Blues o Jazz son algunos de los estilos que mezclan a la perfección y que envuelven en una magnífica puesta de escena en la que llama la atención por encima de todo el enorme "piano" rojo que soporta sobre si la batería. Una agradable sorpresa y una pena llegar a medias.


A continuación asistiríamos a nuestro primer concierto en el "Escenario Patajullos", y no podía haber mejor banda para nuestro estreno en este emplazamiento que Los Pontiaks. Este cadavérico trío de Rock & Roll instrumental siempre consigue poner a bailar a todos con su increible energía sobre las tablas.  Los veloces ritmos de Billy a la batería, la contundencia del contrabajo de Mr. Cobra y la soberbia técnica de Andrelo a la guitarra los convierten en una de las mejores bandas de las Rías Baixas que se pueden ver ahora mismo en directo. A esa hora, con las increibles vistas que había detrás de ellos, y las bicis volando los enormes montículos de arena que estaban a la izquierda del escenario, puedo asegurar que con ellos vivimos uno de los momentos mas grandes y mágicos del festival, ya que en un mismo instante tenias rock enfrente, la ría a un giro de cabeza a la derecha y bicis volando si girabas la cabeza a la izquierda. ¡Sublime!


Tras hacernos sudar de lo lindo volvimos al "Escenario Mahou", donde The Shoubiñas Experience nos esperaban con su habitual dosis de sonidos americanos. Blues-Rock de nivel, a dos guitarras (tres en algun tema), con los habituales teclados de Pedro que son canela fina y una base rítmica que cada vez ha ido creciendo más desde su reciente incorporación, dándole un peso al sonido de la banda que no tenían hace meses. Un grupo que sin duda crece más y más cada vez que la vemos.


Los siguientes deberían haber sido los madrileños Sexy Zebras, pero por problemas logísticos se cayeron del cartel y la joven banda viguesa Kings Of  The Beach serían los encargados de sustituirlos... ¡Y vaya suerte! Sin duda fueron para nosotros la gran sorpresa del festival junto a Caramuxo Vermello. La frescura de su Punk-Rock garagero se te metía en el cuerpo y te hacía vibrar con cada uno de los latigazos que soltaban sus guitarras. Lejos de ser anárquicos como se podía intuir por su juventud, cada uno sabía perfectamente cual era su función y la ejecutaba con absoluta disciplina, sin perder por ello la energía que una banda de su estilo debe tener sobre un escenario. Darán mucho que hablar estos chavales.


Tras el sopapo en la cara que fueron Kings Of The Beach llegó el momento de dejar el rock de lado por un rato y reposar riéndose con el show del "Clown" Peter Punk. Con el incomparable marco de la ría tras él, nos ofreció un espectáculo divertido tanto para adultos como para niños, unos niños que fueron protagonistas ayudándole en todos y cada uno de los números. Otro punto a favor del Morrasound.


De vuelta al "Escenario Mahou" llegaba el momento del plato fuerte del sábado, la legendaría banda de Malasaña llegaba en plena gira de su 30 aniversario, 30 años en los que han influenciado a miles de personas con su Rock garagero cargado de sonidos electricos y como ellos mismos dicen "desprejuiciado". Esa falta de prejuicios es lo que les ha hecho llegar a los 30 años con ese potente directo y esa frescura en su sonido. A pesar de tocar muchos temas de sus primeros discos, estos sonaban tan nuevos como si los escuchases por primera vez, y te queda claro tras hora y media de concierto, que con la poderosa sección rítmica que forman Javi Vacas al bajo y Loza a la batería, pasando por la soberbia guitarra de Fernando, el auténtico y genuino cantante y showman que es Miguel, y por supuesto el atronador teclado de la inconmensurable Marta... ¡hay Sex Museum para rato!


La dificil tarea de cerrar el festival y de tocar tras Sex Museum recalló en una banda a la que la responsabilidad no le pesó pero ni un poquito. Pölisong demostraron el porque de su cada vez más creciente fama con un directo arrollador, lleno de actitud, de solos de guitarra tremendos y un Blues-Rock potente y pantanoso que aderezan con la enorme voz de Otto, que contó con la colaboración de lujo de Iñigo de Quaoar en un tema, ¡un lujazo! La banda ferrolana dejó el testigo a DJ Rafa Morcego, que cerró a lo grande un festival memorable, en el que la "organizasound" puede dormir tranquila pues hicieron todo lo que estuvo en sus manos para que el festival fuese un éxito, y de verdad que superó a nivel organizativo cualquier expectativa que uno se pudiese haber hecho teniendo en cuenta que era su primer año.


Como único punto negro queremos recalcar el acoso y derribo que el Morrasound sufrió por parte de la Guardia Civil. Controles durante más de 48 horas consecutivas en el que se vieron cosas tan deleznables como vaciar varios de los autobuses de la organización el viernes para registrar a los pasajeros, parar a gente en bicicletas, taxis e incluso prohibir según nos contaba alguna gente el acceso al recinto por una de sus entradas. A pesar de este acoso injustificado no consiguieron cargarse un festival hecho por veinte vecinos de la zona con la única intención de aprovechar un espacio único e inutilizado con música, teatro, deporte y actividades para gente de todas las edades, todo esto por un precio de risa además. Desde aquí esperamos que perseveren y que el año que viene podamos escribir sobre la segunda edición del Morrasound Rock Festival.

Salud y ¡Rock & Soul & Things!


2 comentarios:

  1. Una aclaración:el guitarra de Sex Museum es Fernando Pardo , el cantante Miguel Pardo.

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  2. Este año lo mismo q comentas al final,.una pena.

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