miércoles, 2 de diciembre de 2015

Fer Fest: La fiesta de todos


Es muy dificil relatar con palabras lo vivido el sábado 28 de noviembre en Salason...creo que son de esas cosas que si no las vives no puedes hacerte una idea de lo que se sintió. Pero vamos a comenzar por explicar como surgió el Fer Fest.

Fernando, que es el tipo que veis sobrevolando a la gente en la foto de arriba, es una persona muy querida por todos los que habitualmente nos acercamos a las salas de conciertos gallegas, y en especial para los denomidados "Salasónicos", entre los que me gusta incluirme. Su manera de sentir la música, de disfrutar de los directos, de apoyar a las bandas, representa a mi parecer lo que cualquier buen amante de la música (en todas sus vertientes) tiene que ser. De ahí surgió la idea de rendirle homenaje a el, que era el símbolo perfecto con el cuál identificar a toda esa gente que viene manteniendo la música en directo no con su dinero (que también) sino con ese intercambio de pasión con las bandas, que hace que estas se sientan sobre el escenario como lo que son: artistas que poseen un don y que trabajan día a día duramente para compartirlo, en muchas ocasiones por cuatro miseros duros. Gracias al apoyo de Lestrato y de mucha gente "anónima" que individualmente se ofreció a colaborar con comida, trabajo o lo que hiciese falta nació el Fer Fest.

Las ganas de fiesta desde luego eran algo mas que palapable en el ambiente antes de comenzar la noche, y es que las tres bandas que copaban el cartel hacían presagiar algo bueno. A pesar de los múltiples conciertos de nivel que inundaron la zona esa noche se registró una gran entrada. ¡Arrancaba la fiesta!


The Grave Dolls tenían la dificil misión de abrir un concierto en el que la gente esperaba mucho, pero aquí ya los conocíamos bien y no dudabamos de que acabarían logrando prender la mecha. Creo que apena tres o cuatro temas les bastaron para que Fernando volase por los aires y la gente brincase y cantase poseída como si ya llevasemos una hora de concierto. La verdad que son una banda joven pero con mucha personalidad. Stoner rock con un aroma intenso a los años 70, cosa que consiguen sobre todo gracias a la labor de sus dos grandes guitarristas. Su aparición se hizo corta, y más con el final de traca que se clavaron con los que a mi parecer son sus dos mejores temas: "Mountains Of Beyond" y "The Rise Of The Phoenix". Sin duda dejaron huella.


La siguiente banda era la que desde el principio sabíamos que tenía que estár en esta ocasión tan especial, porque en Cangas se les adora y sobre todo porque el homenajeado siempre consigue un estado de exaltación mayor del habitual con ellos. The Hellbuckers arrasaron de tal modo que por un momento pensé que a alguno le daría algo allí mismo. Sonaron todavía mejor que la última vez que pisaron Salason allá por abril y parece mentira que unos músicos tan experimentados como Chewis, Cudi y Marcos sigan creciendo...¡pero lo hacen! En el caso de Carla, que siga creciendo es algo que particularmente no me sorprende. Es de esas personas en las que reside un aura de talento que sabes que no ha alcanzado su brillo absoluto, y esta noche brillo con mas intensidad que en la anterior. Su poderosa voz arrasaba a la vez que se comía el escenario con su presencia mientras la banda no dejaba de tocar muchos de los temas que darán forma a su próximo LP, un disco que estamos ya deseando tener en nuestras manos, pues lo que nos fueron desvenlando durante su actuación pinta mejor que bien. ¡Adoración absoluta e infinita por The Hellbuckers!


Sinceramente llegue a pensar que vaya papelon salír a tocar despues de la banda de Cedeira...pero mi madre...lo que vivimos después fue una apisonadora. Crow Black Chicken se subieron al escenario de Salason y en diez segundos ya nos habían volado la cabeza con su blues rock pantanoso. Duro, sucio y muy potente es lo que salía de los amplis de este power trio irlandés que tema tras tema demostró el porque de su fama. Christy O'Hanlon a pesar de su corpulencia y de tener unas manos casi mas gordas que mi cabeza movía los dedos sobre sus cuatro guitarras (si...¡cuatro!) con una calidad enorme, hasta el punto de que cada vez que cogía el slide sabías que iba a pasar algo grande. Por otra parte creo que fue Steven el que nos ganó a todos, es el típico bajista que te enamora por su caracter, su personalidad echandose para adelante, su espectacularidad y por su puesto su forma de tocar. Sacó todo tipo de sonidos imaginables de aquellas cuatro cuerdas que distorsionaba a su antojo con una facilidad pasmosa. Vuelvo a usar el mismo término de antes: ¡Apisonadora total esta banda!


Tras unas cuatro horas de musica en directo, agotados, sudados y extasiados, todo se resumía en las caras de los presentes...¡felicidad! Habíamos vivido una noche de esas que no se olvidan ni queriendo, y la diversión fue de la mano con la buena música. No se si habrá otro Fer Fest como tal, pero si os acercáis a una sala, os soltáis  y sentís la música dentro de vosotros...será vuestro particular Fer Fest.

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!

**Gracias a Manu Parada por cedernos sus fotos.


VIDEOS


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario