Un año más A Fonte do Galo fue el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a una nueva edición del Rock Soul Fest que se celebrará en Salason el 11 de marzo. Para esta tercera fiesta en la que celebramos otro año de vida del blog, quisimos contar con uno de los talentos más grandes y prometedores de nuestra tierra.
Laura Solla siempre ha sido una debilidad nuestra (y de cualquiera con algo de oído), y su crecimiento sin límites se debe a ese apetito voraz que tiene por tocar, planteándose retos constantes como el de componer y cantar sus propios temas. Esos temas son los que quísimos escuchar en esta noche de celebración, y para ello vino acompañada por Carlos Gil, un músico todoterreno que nos dejó a todos boquiabiertos.
El concierto comenzó con una intro en la que Laura ya dejó claro que su virtuosismo a las seis cuerdas no solo está intancto tras varios meses sin verla en directo, sino que crece sin parar en gusto, elegancia o incluso digitalización. Dicha intro dio pie a su primer tema "Two Months", en el que ya pudimos comprobar lo que os avanzábamos sobre Carlos.
Pero antes de hablar de él, hay que aclarar que normálmente es el genial guitarrista cangués Javier Miranda el que acompaña a Laura defendiendo sus composiciones, pero lamentabemente no pudo acompañarnos, aunque Carlos en dos semanas de intenso trabajo consiguió prepararse los temas y aportar su personalidad al show, a pesar del poco tiempo del que dispuso para ello.
Si bien es cierto que en los primeros temas del set la guitarra acompañante sonaba un pelín baja en comparación con la de la vocalista, a partir de "Perder la Razón" todo comenzó a ir como la seda, y disfrutamos de duelos de guitarras y momentos de auténtico lujo para los sentidos, como la versión del "A Change Is Gonna Come" de Sam Cooke, o los medios tiempos instrumentales, en especial uno en el que Laura nos mostró una afinación especial que aprendió del mismísimo Julian Maeso.
Sin duda esos medios tiempos que ha introducido en el show desde que la vimos por primera vez en El Patio de Bouzas, han hecho que el set quede más fluido y entretenido, además de dar más personalidad al set, que cuenta con menos versiones que antes, aunque como era de esperar estando ella de por medio, calló una de los Beatles, en este caso "Dig a Pony".
Otra cosa que me gustó mucho fue la selección del orden de los temas, cuyas letras son en su mayoría de desamor, a pesar de lo cual acertádamente el set acaba con la positiva "Todo va bien", que consiguió incluso arrancar unas palmas de los presentes antes de cerrar el bolo con un magnífico Blues, estilo que le va a Laura como anillo al dedo desde siempre.
Esperamos que este proyecto siga adelante y estos temas suenen más de lo que lo están haciendo, porque son muy buenas composiciones, hechas con el corazón, tocadas con elegancia y cantadas con pasión. Una vez más quiero destacar a Carlos Gil, violinista y teclista que sin embargo va sobrado a la guitarra (hay gente que nace con un don y él es uno de esos afortunados).
Como anécdota que quedó registrada por mi cámara, tras el concierto ambos salieron a tocar de nuevo el "A Change Is Gonna Come" en plena calle, en un ejemplo maravilloso del gusto que da ver a músicos disfrutar tocando. Fue un momento de esos que pone la piel de gallina solo con recordarlo. Tras ese mágico momento que solo unos pocos captamos, la fiesta continuó con la habitual pinchada de Doutor Beer y el que os escribe, tratando de poner a todo el mundo a bailar con un poco de Swing, R&B o Rockabilly grabado en oro negro.
Comenzó la cuenta atrás... ¡Rock Soul Fest 2017 is coming!
Salud y ¡Rock & Soul & Things!
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