lunes, 11 de abril de 2016

Cuando el punk corre por las venas no pesa la edad.


Quizá no sea un nombre conocido para el gran público, pero a finales de los '90 y principios del nuevo siglo The Black Halos se convirtieron en una banda de culto para todos los amantes del punk rock, sobre todo tras sacar a la luz el disco "The Violent Years", cuyo título era ya de por si una auténtica declaración de intenciones.


Quince años después del lanzamiento de ese trabajo, la banda canadiense llegaba a nuestro pais dentro de la gira "Back From The Grave!", y por supuesto que no podíamos dejar escapar la oportunidad de verlos en directo. Ni siquiera las torrenciales lluvias de un domingo invernal en pleno mes de abril dejaron que un buen puñado de locos del rock nos juntáramos en Salason para sorpresa del mismísimo Billy Hopeless, que durante el bolo se preguntaba que coño hacíamos allí. La respuesta fue la hora y media de punk sucio y macarra que nos brindaron él y su banda.




Arrancaron con "Shooting Stars", y solo con ese tema ya nos habían pegado un sopapo en la cara al que fue imposible reaccionar de otro modo que no fuera agitando la cabeza y brincando como posesos. No nos dieron tregua, los temazos iban cayendo de las guitarras de Rich Jones y del grandioso Star Mafia Boy, que consiguió con su incorporación a esta gira meternos todavía mas ganas de verlos. Sue Gere y Johnny Biscuit, al bajo y la batería respectivamente, completaban la banda que hacía atronar la sala con el sonido que acompañaba a la desgarradora voz de Billy, que nos deleitaba enredándose el cable del micro al cuello como muchos solo habíamos podido ver hasta el momento en videos de Youtube.






















Durante algo más de una hora dieron una lección de actitud, energía, rock de alcantarilla, punk navajero y mucho sudor y bourbon, al más puro estilo de Johnny Thunders, los StoogesDead BoysHanoi Rocks o The Cramps. Una banda de rock a la antigua usanza, de esas muy explosivas pero con mecha corta. Nos volvieron locos con momentazos como el que vivimos en "50 Bourbon Street", donde Billy compartió su botella con la gente de la primera fila, o con temazos como "Some Things Never Falls" con el que cerraban antes del primer y planificado bis, y matizo lo de planificado, porque tras diez minutos de insistencia del respetable, y con un fallido intento por parte de Sue de decirnos que no tenían mas temas para tocar, no les quedó más remedio que rematar con un tema más una noche que quedará para siempre en la memoria de los presentes.

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!



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