Imaginaros lo buenos que nos parecen The Hellbuckers para que los veamos el sábado por la noche en Ponteareas y aún así nos queden ganas de levantarnos de camita (a pesar del frío) para volver a verlos en una sesión vermú, que si además es en El Patio de Bouzas ya tiene todos los alicientes para que sea una buena fiesta.
Efectivamente no nos equivocamos, y es que aquí siempre alardeamos de las virtudes tanto de la banda como del peculiar local de Bouzas, que ha conseguido convertirse en poco más de un año en un referente de la música en directo en Vigo, por su apuesta por ofrecer conciertos gratuitos y con ese ambiente festivo y sano en el que disfruta gente de todas las edades, incluidos niños. Esa fórmula ha hecho que bandas del nivel de Hellbuckers acaben dejándose caer por este Bar/Sala/Mercadillo tan especial.
Con el local a reventar, arrancaban el concierto casi rondando las dos de la tarde, y al contrario que la noche anterior desde la primera canción tuvieron al publico pegado al escenario (y tan pegado). Carla cantó con la gente a un palmo de su cara, en una cercanía dificil de encontrar en otro lugar. Sin duda el esfuerzo de la genial vocalista coruñesa es digno de elogiar, pues este era el tercer concierto que ofrecía durante la semana, motivo que no le impidió dejar boquiabiertos como hace siempre a todos los que no la conocían (y a los que la conocíamos también).
El set fue muy parecido al de la noche anterior y al que ofrecen desde que vienen presentando "Demons", pero un poco reducido para el formato vermú. "Hate And Love", "I'm a Good Woman", "Drag Me Down To Hell"... sin duda el LP era el protagonista absoluto que como siempre no evitaba que acabase sonando el "Won't Be Long" y el "Whole Lotta Rosie" que inevitablemente ponen a todo el público en éxtasis.
Como siempre Cudi al bajo y Chewis a la guitarra estuvieron soberbios, pero en esta ocasión me llamó mucho la atención Marcos, no se si por la cercanía de la batería o por qué, pero me sonó más potente y brutal que nunca. ¡Un bolazo se clavó!
Se desvivieron tanto en ofrecer un buen espectáculo que Carla casi se carga un escenario que a duras penas podía soportar la pasión con la que bailaba, hasta el punto de tirar un maniquí y varios discos de esos que adornan por doquier El Patio de Bouzas. ¡Brutal!
En definitiva, que da igual que no hayan pasado ni doce horas desde la última vez que los viste, The Hellbuckers nunca defraudan. ¡Pero si es que ya volvemos a tener ganas de más!
Salud y ¡Rock & Soul & Things!
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