domingo, 23 de noviembre de 2014

The Soul Jacket revientan La Iguana.


Quizás no he sido muy original con el título de esta crónica, pero es que realmente no hay mejor modo de definir lo pasado la noche del 21 de noviembre de 2014 en La Iguana Club.

No recuerdo tanta expectación por un grupo de Vigo como la que he visto en esta ocasión. Una cola enorme de gente para entrar en una sala que desde su apertura de puertas fué un autentico hervidero de personas de todas las condiciones y edades, pero todas unidas por la música de The Soul Jacket.

Tan rápido se llenó el recinto, que pronto comenzó a sonar la intro de Brothers II, con la que empezaría una locura de concierto que se nos iría a las dos horas de duración, aunque a un servidor, y seguro que a la mayoría de gente, se le hicieron bien cortas.











Con tanta emoción en el ambiente por el lanzamiento del ansiado Black Cotton Limited, el concierto no podía tener un inicio diferente. Muchísimo entusiasmo por parte de banda y público, y temas de su nuevo trabajo escapándoseles de entre las manos mientras los tocaban con la emoción del niño que estrena zapatos nuevos.

 Moonshine Whisky Rye, la genial The Fisherman & The Silver Key y Brothers I, eran tras la ya mencionada Brothers II con la que abrían, una mas que potente forma de poner las revoluciones de la gente a cien, a pesar de los pequeños problemas técnicos que al principio les iban a dar un tanto la vara, como si un duende anduviese tocando cables en el escenario.


Tras ese arreón inicial, echaron un poco la vista atrás, y bajaron revoluciones con Turkey. Pero solo era un espejismo. Sin duda uno de los grandes momentos de la noche fué cuando se soltaron con el Black Cotton, que si ya de por si es apoteósico, lo sería todavía más cuando decidieron fusionarlo con la brutal Gunpowder Valley, en la que el nivel de decibelios llegó a sus cotas mas altas, y Jorge y Guillermo parecián entrar en una locura transitoria mientras rasgaban las cuerdas de sus guitarras sin piedad, pero con mucha calidad.












Fué sin embargo en este tema donde más se notó el que a mi parecer fué el único problema de la noche, y que les acompañaría durante casi todo el concierto. El sonido en muchas ocasiones parecía hacerse una bola y era dificil distinguir bien el sónido de cada cual. La compleja acústica de La Iguana suele provocar este efecto.

Tras el extasis del "valle de la pólvora", tocó echar la mirada un poco más atrás, y es que la noche era de celebración por el nuevo trabajo de la banda, pero jamás se podrá olvidar un disco de culto como es el Wood Mama. Ohio creo que nos hizo recordar a todos por que estábamos allí, y es que ese disco ha marcado a mucha gente para siempre.


El concierto estaba alcanzando el ecuador cuando la pegadiza Where's my money sonó, justo antes de que en un emotivo momento, Toño cantase el Do it right con dedicatoria a su padre, en un tema que acabó con un toque reggea, posiblemente influencia de Xabi, teclista tambien de Transilvanians.

La siempre bien recibida Flamingos, daría paso a un cañonazo de sonido y fuerza con Sleeping bag boogie, un tema que enseña el lado mas brutal del grupo. Con Smokin' House nos relajarían un poco antes de sacar a relucir la sorpresa de la noche. Ni mas ni menos que una sección de viento, que unida al percusionista que les acompañó durante toda la noche, iban a hacer que la explosión de sonido llegara a su tope, justo cuando todos críamos haber tocado el cielo ya.










Que mejor modo de dar rienda suelta a los "metales" que con The Boxer, otro de los, a mi parecer, grandes temas del nuevo álbum, con un sonido propio de Nueva Orleans, y en el que se ve claramente la evolución del grupo. People por su parte, tenía que sonar tarde o temprano, y que mejor momento que el que escogieron, con lo que tenían allí montado sobre el pequeño escenario de La Iguana, y que les daba la oportunidad de infundirle ese toque tan funky que el tema tiene en el disco.

Con Natalie salió a escena el lado mas tierno de Toño, que le dedicaba el tema a su novia allí presente, un momento único y especialmente emotivo justo antes de la traca final, donde la siempre infalible Stampeding cattle y la genial versión del I wanna take your higher de Sly and the family Stone, daban por cerrado el concierto...antes de los bises.










Tras la inevitable vuelta al escenario, y a pesar de el mas que evidente (y lógico) agotamiento del grupo, llegó el grito de revolución, y tras un gran discurso en el que Toño devolvía de parte de toda la banda, el cariño recibido de la gente que llenaba la mítica sala viguesa, sonaba el que es ya un auténtico himno como es The Revolutionits, momento grande de la noche que se cerraría con Savannah, en la que ya sin Toño sobre el escenario, llegaría el lucimento individual de cada uno de los geniales miembros de la banda.

Se merecen mención mas que especial, por estar siempre en una segunda fila, pero en primer nivel, Jann, siempre correcto al bajo, Mauro, que es una auténtica dosis de vitalidad en la batería, y Xabi, que últimamente esta lanzado en el teclado, aunque si que es cierto que en esta ocasión quedó un tanto tapado en esa bola de sonido que a veces se formaba.


En fín... ¿que mas puedo decir?... No hay para mi banda mas grande actualmente ni aquí, ni al otro lado del charco. Su exquisito paladar al componer supera con creces su por otra parte excepcional forma de tocar y de hacer una fiesta de cada uno de sus directos. Crecen y crecen y no dejaran de crecer, porque The Soul Jacket, hermanos y hermanas, no tienen techo.
 









Os dejo un enlace para que podais ver la galería de fotos completa del concierto, y cuatro videos en los que una vez mas me juega una mala pasada con el sonido el ímpetu de acercarme mas de lo aconsejable a los altavoces. Me puede el ansia con esta gente.

Salúd y ¡Rock & Soul & Things!






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